El Quesos El Pastor de La Polvorosa dio ayer un importante paso adelante en su lucha por conseguir lo antes posible la salvación y lo hizo ganando en una de las canchas más complicadas de la categoría y frente a un Gernika que lucha por meterse en los puestos de play off por el título.

Fue un gran partido el que disputaron ayer las zamoranas en la localidad vasca. La necesidad de seguir sumando victorias apretaba bastante y más pensando en que la liga volverá a pararse ahora quince días antes del sprint de partidos del mes de marzo en el que se jugarán dos encuentros por semana.

Llegar a esta recta final de la liga en puestos de descenso, ya que ayer también ganó el Campus Promete, supondría una enorme presión sicológica para las zamoranas. Pero por fin, todo le salió bien al equipo naranja y esa séptima victoria tiene un gran valor de cara al futuro.

El gran problema del equipo durante lo que va de campaña había sido la falta de rotaciones, pero ayer las cosas cambiaron por completo y por fin Lucas Fernández pudo dosificar a sus jugadoras para terminar logrando una victoria de prestigio. El pasado martes había llegado desde Atlanta Andrea Riley cuyo estado de forma era toda una incógnita después de un largo parón para ser madre.

Lucas no quiso apostar por ella de salida, pero en cuanto pisó el parket del Pabellón Maloste, Riley demostró que ha venido a Zamora para ganarse un sitio en el basket europeo. Es una base bien distinta a Mariona Ortiz, según pudimos comprobar, pero pronto se convirtió en la pieza que le faltaba al equipo, una jugadora capaz de jugársela en los minutos más importantes, esa jugadora que pide el balón para anotar cuando más falta hace, como en los tiempos de Lidia Gesteira o Piwi Johson.

Riley está muy lejos todavía de encajar los sistemas de juego de Lucas Fernández, pero demostró que va sobrada de oficio y no se arruga en los momentos más complicados. Pese a que solo jugó 21 minutos, la base norteamericana cerró el partido anotando 18 puntos aunque sus porcentajes de tiro no fueron nada del otro mundo.

Pero tal vez la gran noticia de la jornada fue la reaparición de Sabrina Cinilli. La italiana se mostró ayer plenamente recuperada de su lesión, o al menos lo fingió muy bien, y se convirtió en otro de los valuartes del Quesos El Pastor aportando su versatilidad en el juego para que su equipo remontase en los peores momentos. Sabrina tan sólo falló un tiro de campo y terminó con una valoración de 20 puntos.

Pero el gran pilar sobre el que se sustentó ayer el Zamarat fue Sandra Pirsic que se convirtió en la dueña y señora bajo los tableros. Sus catorce rebotes fueron la mitad de los que consiguió el Gernika en todo el partido y ahí radica tal vez la clave de la victoria. Especialmente importante fue la captura defensiva que logró a falta de 16 segundos para el final y que trajo consigo una personal con la que firmó el 65-68 que dejó prácticamente sentenciado el encuentro.

Había comenzado la contienda en una tónica de equilibrio en el marcador que nunca se perdería. Lucas Fernández reservó de salida a Andrea Riley pero pronto la puso sobre la cancha. Hubo que esperar al minuto 12 para que anotase su primera canasta con el Quesos El Pastor, una canasta que precedió a otras cuatro seguidas y que permitió a las naranjas cobrar una ligera ventaja de cuatro puntos (21-25).

Fueron minutos de una gran intensidad defensiva del Zamarat que le permitió mantenerse con ventaja en el marcador aunque en la última acción antes del descanso, el equipo vasco se volvió a poner por delante con una canasta de la rumana Claudia Pop.

El Gernika regresó a la cancha muy concentrado y llegó a disponer de la mayor ventaja del partido con 40-32. Lucas Fernández pidió un tiempo muerto para intentar frenar a su rival, y el Quesos El Pastor, en tres minutos y en los mejores momentos de Sabrina Cinili, con 41-41 volvío a tomar la delantera.

El último cuarto comenzó con dos acciones de "2+1" de Rahael Vanderwal y otra canasta de Gisela Vega que dispararon al Gernika (52-47) aprovechando una tímida defensa en zona. Andrea Riley daba oxígeno a Mariona Ortiz subiendo el balón y la americana siguió sumando puntos e incluso dando asistencias de película como una que recibió Sandra Pirsic bajo el tablero.

Gernika igualó a 62 para entrar en los dos últimos minutos del partido. Fueron momentos de mucha tensión en los que los errores se sucedieron por ambas partes. La argentina Gisela Vega puso a su equipo tres puntos arriba cuando ya solo faltaba un minuto, pero el balón era ya de Andrea Riley que no solo forzaba en una penetración una falta para anotar dos tiros libres, sino que, a continuación, tras un providencial rebote de Sandra Pirsic, la norteamericana establecía el 65-66. El Gernika, a la desesperada cometía dos personales que Pirsic y Cinili se encargaron de transformar en cuatro puntos que suponían la victoria del Quesos El Pastor, una victoria que sabe a gloria y que puede suponer un paso de gigante hacia la permanencia para, a partir de ahora, comenzar por fin a pensar en la parte media alta de la tabla más que en los puestos de descenso.

La mayoría de las jugadoras del Zamarat se incorporarán hoy mismo a sus respectivas selecciones nacionales para disputar la segunda fase del Preeuropeo. En Zamora tan sólo quedarán las españolas y Andrea Riley que seguro que aprovechará estas dos semanas para afinar su estado de forma y asimilar el estilo de juego del equipo.