La de ayer es una derrota de las que hacen daño, una derrota que se produce tras el enorme esfuerzo de un CD Zamarat que no mereció un castigo tan duro en su visita a Huelva. El equipo naranja remó contra corriente durante gran parte del partido, y en la recta final lograba remontar y colocarse por delante en el marcador, pero el enorme desgaste físico anterior le pasó factura en los minutos finales en los que no sólo veía cómo se le escapaba el partido sino también de qué forma se lesionaba en un tobillo la australiana Eilidh Simpson.

Las siete jugadoras profesionales de que disponía ayer Lucas Fernández dieron todo lo que llevan dentro tanto en esfuerzo físico como en derroche técnico, en especial Dragana Svitlica que sigue mostrándose como una de las mejores jugadoras interiores de la Liga y ayer lo demostró de nuevo con sus 22 puntos y 11 rebotes. Junto a la bosnia, el resto de compañeras pusieron toda la carne en el asador para enfrentarse a un enemigo de primer nivel aunque hasta ahora no haya dado de sí todo lo que su compensada plantilla puede dar.

El Conquero demostró que estaba muy dolido por las dos inesperadas derrotas que había sufrido en las últimas jornadas y saltó muy centrado a la cancha del Andrés Estrada. Así, con un triple de María Pina se escapaba a 11-2 que poco después se convertía en 17-7 tras un lanzamiento de Haley Peters. Pero el equipo zamorano, bien liderado por Marina Delgado comenzó su remontada para colocarse con 18-15. Pirsic asumía responsabilidades en ataque y acercaba al Zamarat a 21-19 con el que se cerraba el primer cuarto. El equipo de Lucas Fernández había pasado la primera prueba de fuego de la fuerte salida de su rival aunque Cadwell y Elonu comenzaban a dominar el juego interior.

El segundo parcial se iniciaba con muchas imprecisiones en el lanzamiento por ambas partes que trajeron consigo que el Zamarat comenzase a cargarse de personales. Drabana ponía el 23-21 y un triple de Simpson mantenía la mínima desventaja para las zamoranas con 26-25.

Svitlica seguía haciendo mucho daño al Conquero bajo los tableros, el equipo andaluz no era capaz de frenar a la jugadora zamorana que, con dos canastas consecutivas, ponía el empate a 29 en el marcador en el minuto 17. Fueron momentos de enorme derroche defensivo zamorano y de acierto en ataque que permitieron un esperanzador 25-34 al descanso.

La igualdad en las estadísticas al descanso hacía prever que el partido continuaría muy equilibrado en la segunda parte, y así fue. La batalla seguía siendo muy intensa, con Svitlica imparable para establecer un 41-40 que volvió a meter el miedo en el cuerpo a Gabi Carrasco que solicitaba un tiempo muerto para intentar reordenar a su equipo que veía cómo en cualquier momento, el Zamarat se iba a poner por delante en el marcador.

El parón fue el momento que aprovechó Lucas Fernández para ordenar a sus jugadoras una defensa en zona a la que tardaron en adaptarse las andaluzas.

El esfuerzo defensivo del Zamarat seguía siendo descomunal con Van den Adel haciendo mucho daño en el poste bajo y dos tiros libres de la holandesa ponían el 48-47 en el minuto 28. El milagro de la remontada parecía posible, pero Rosó Buch acertaba con un triple y obligaba a las naranjas a echar mano de otra ración de moral para impedir que su rival se le escapase. Y con 51-49 se cerraba el penúltimo cuarto con las espadas en alto y un Conquero que no las tenía todas consigo y que seguía sufriendo ante la defensa zonal zamorana.

A una canasta del Conquero le sucedía otra del Zamarat, hasta que Sandra Pirsic acertaba por fin para poner por primera vez por delante en el marcador al equipo naranja en el minuto 35 con 55-56. Replicó el Conquero, pero Pirsic seguía imparable bajo el tablero y volvía a adelantar al Zamarat con 57-58.

Pero ahí se comenzaron a agotar las reservas que le quedaban a las zamoranas que encajaban un duro 5-0. Todavía Dragi Svitlica acercaría el marcador a 62-60. María Pina estaba imparable entonces y encadenaba dos triples que fueron la puntilla. Lucas Fernández pidió un tiempo muerto tan vez demasiado tarde con 73-62 y ya no hubo nada que hacer.

La derrota de ayer, por inmerecida, es de las que duelen. Hay una semana por delante para superarla y un importante trabajo de recuperación mental.