Los cinco mejores roscones de Reyes de Castilla y León, según los chefs premiados por la Guía Repsol

Sergio Bastard dirige el restaurante 'Casona del Judío' (2 Soles) en Santander desde 2011, pero se crió en Valladolid. De esa niñez recuerda la ilusión con la que hacía "esas largas colas, desde las ocho de la mañana, a las puertas de la confitería 'Bravo', donde siempre lo comprábamos para recibir a los Reyes Magos en casa". Su favorito sigue siendo el relleno de nata y, transcurridos los años, la única petición que sigue haciendo a su padre cuando viaja de Valladolid a Santander es que le traiga su roscón. En 'Casona del Judío', por estas fechas, se elaboran roscones y dulces navideños de los que se encarga el pastelero Vicente Valls, "un fenómeno".

El roscón de Reyes de Un Sol que es el favorito de Un Sol. Juanjo Losada, chef de ‘Pablo’ en León, elige como su favorito el que elabora su colega Mario Gómez en ‘La Postrería’, Solete y rincón dulce de ‘Kamin’ (nuevo 1 Sol 2024) en pleno Barrio Húmedo. “Desde que abrieron, les encargamos uno relleno de crema para comer con el equipo del restaurante el 6 de enero y otro para comérnoslo en casa con la familia”. Otro al que hincan el diente, en busca de la figurita oculta, es el de la veterana confitería ‘Asturias’, una de sus preferidas y que cuenta con la cafetería ‘La Gourmandise’ (Solete) donde degustar tranquilamente una porción con un chocolate calentito en las tardes frías de la capital leonesa. Este, sin embargo, le gusta sin relleno.

Rocío Parra, cocinera que dirige los fogones de 'En la Parra' de Salamanca (1 Sol) no sabe por cuál de los dos roscones decantarse, así que seguramente compre los dos, "siempre rellenos de nata y con frutas escarchadas". En 'La Tahona Delicatessen', Narciso Gómez y su hijo Víctor preparan a diario panes -entre 18 y 23 variedades-, repostería francesa y hornazos, su gran especialidad incluso más allá del final de la Cuaresma. Además del roscón, ofrecen panettones, stollen (pan dulce alemán), kouglof (brioche con forma de montaña y relleno de uvas pasas bañadas en licor) y un surtido de turrones artesanos, algunos de sabores curiosos como de mojito o cheesecake.

El obrador de 'La Madrileña' se encuentra en Alba de Tormes, de donde es originaria la familia que fundó esta pastelería en 1936. La de la calle Cruz de Caravaca es la primera tienda, de las tres, que abrieron en la capital salmantina los hijos de José Hernández y Orencia Martín. Ahora es el turno de Mari Ángeles, Tobías y Marcos, que siguen preparando a diario repostería, dulces típicos como los amarguillos o las florentinas, hornazos y empanadas o los roscones de Reyes que tanto gustan a Rocío Parra.