Los niños toman las calles de Castilla y León con sus palmas para abrir la Semana Santa

Las secciones infantiles de las cofradías acompañan a Jesús en la procesión del Domingo de Ramos

Procesión del Domingo de Ramos en Valladolid.

Procesión del Domingo de Ramos en Valladolid. / Rubén Cacho - Ical

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Las procesiones de Las Palmas de este Domingo de Ramos, conocidas con el sobrenombre de ‘La Borriquilla’, fueron seguidas por miles de personas en Castilla y León, donde los niños fueron los protagonistas y, con sus palmas, dieron la bienvenida a Jesús y abrieron la Semana de Pasión. 

Procesión del Domingo de Ramos en Valladolid.

Procesión del Domingo de Ramos en Valladolid. / Rubén Cacho - Ical

El tiempo acompañó en la primera gran procesión de la Semana Santa, con temperaturas frescas tras la bajada del termómetro durante el fin de semana, lo que animó a los castellanos y leoneses a salir al centro de las ciudades y otras localidades para contemplar una de las procesiones más emblemáticas de la Semana de Pasión. Una Semana Santa que volverá a llenar las calles, siempre y cuando la meteorología lo permita, de arte y fe, especialmente en las ocho declaraciones de Interés Turístico Internacional, cinco de Interés Turístico Nacional y nueve, Regional

Las secciones infantiles de las cofradías y los niños coparon los recorridos de las procesiones, y agitaron sus palmas para acompañar a ‘La Borriquilla’. También se cumplió con la tradición de la bendición de los ramos, tal y como ocurrió, por ejemplo, en la Catedral de Valladolid, a cargo del arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello.

Procesión del Domingo de Ramos en Valladolid,

Procesión del Domingo de Ramos en Valladolid, / Rubén Cacho - Ical

La procesión del Domingo de Ramos conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, a lomos de la borriquilla, y es el desfile que cede todo el protagonismo a los más pequeños que agitan sus palmas, ante la atenta mirada de los feligreses, turistas y curiosos. Los sonidos de los tambores y las cornetas de las bandas de las cofradías sonaron con fuerza para aclamar a Jesús de Nazaret.