La nieve mantiene cortada la carretera de Galende

En otras seis carreteras de zonas montañosas de Castilla y León se impide el tráfico rodado

Nieve en Ribadelago.

Nieve en Ribadelago. / Araceli Saavedra

A. G. / Ical

La nieve caída durante las últimas horas a causa de la borrasca Mónica mantiene cortadas varias carreteras de Castilla y León. También en Sanabria, donde se mantiene en nivel negro, y se impide el tráfico rodado durante siete kilómetros, en la ZA-103, a la altura de Galende. Pero esta no es la única vía de la comunidad en la que hay problemas ciruculatorios. En total, hay seis carreteras de zonas montañosas cerradas en las provincias de Burgos, León y Salamanca.

Las otras vías de Castilla y León que mantienen el corte total al tráfico son la BU-572 en el Portillo de Lunada, la LE-126 en Encinedo y la LE-233 en Boca de Huérgano, ambas en la provincia de León, y la DSA-180 y la DS-191 en las localidades salmantinas de La Hoya y Candelario, ambas situadas en la Sierra de Béjar, informa Ical.

Además, se mantienen otras cuatro vías de la comunidad en nivel rojo, que prohíbe la circulación de camiones y articulados y obliga al uso de cadenas o neumáticos de invierno al resto de vehículos. Se trata de la AV-932 en Santiago del Collado, en la provincia de Ávila; la LE-142, en Santa Colomba de Somoza, y la LE-333 y de la LE-460, en las localidades leonesas de Puebla de Lillo e Igüeña, respectivamente.

Doce carreteras más de la provincia de León se encuentran en nivel amarillo, que prohíbe el paso a camiones y vehículos articulados, según recoge la agencia Ical: la CL-626 en Villablino, la CL-635 en Maraña, la LE-215 en Boca de Huérgano, la LE-234 en Prioro, la LE-315 en Cármenes, la LE-321 en Valdelugueros, la LE-331 en Puebla de Lillo, la LE-473 en La Pola de Gordón, la LE-481 en San Emiliano, la LE-497 en Villablino, la LE-711 en Fabero y la LE-723 en Balboa.

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