Once años y medio de prisión para el responsable del crimen del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo (Salamanca)

La magistrada de la Audiencia Provincial añade indemnizaciones por valor de 775.000 euros para los familiares de la víctima, tras la condena dirimida por un jurado popular en la vista

Guardia Civl en en lugar del suceso, donde ha fallecido un varón por herida de arma blanca.

Guardia Civl en en lugar del suceso, donde ha fallecido un varón por herida de arma blanca. / Ical

Ical

El responsable del crimen del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo, J.A.V.S., deberá cumplir once años y seis meses de prisión por un delito de homicidio consumado, según la pena fijada por la magistrada presidenta de la Audiencia Provincial de Salamanca, conforme al veredicto unánime de culpabilidad emitido por un jurado popular el pasado 23 de febrero tras la vista, que se prolongó durante cuatro días.

Así lo recoge la sentencia, difundida este lunes por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y consultada por Ical, que también contempla la imposición de la medida de libertad vigilada por un plazo de seis años e indemnizaciones por valor de 775.000 euros para los familiares de la víctima, que contaba 30 años en el momento de su muerte. Para cada uno de sus tres hijos, la cantidad de 175.000 euros y 150.000 para su pareja de hecho, entre otras.

Discusión

Los hechos tuvieron lugar el 26 de febrero de 2022 en un bar de Ciudad Rodrigo durante la primera noche del popular Carnaval del Toro. El jurado consideró probado que el ahora condenado actuó “con ánimo de acabar con la vida de la víctima o a sabiendas de la probabilidad de que pudiera causarse la muerte o al menos consciente de que ponía en peligro su vida y aceptaba ese resultado”.

Según el relato que recoge la sentencia, una discusión entre el condenado y otras dos personas motivó el cierre del bar en el que estaban tanto él como la víctima. La reacción del fallecido, molesto por el cierre, fue arrojar un botellín en dirección a las dos acompañantes del condenado y exhibir una navaja. El homicida entró en el bar y, tras una breve discusión, le arrebató el arma blanca y le asestó una puñalada en el pecho que le provocó una hemorragia mortal que acabó con su vida al poco tiempo.