Una finca ganadera salmantina levanta un mural para "llamar a la lluvia"

El artista Joaquín Vila ha realizado un mural de 200 metros cuadrados en una finca ganadera de la provincia de Salamanca, una obra de gran tamaño "en homenaje de agricultores y ganaderos" y para "llamar a la lluvia".

La pintura de gran formato lleva por título "Agua y Vida", dentro del proyecto"'Arte Emboscado" de la Fundación Tormes EB, una iniciativa que vincula arte contemporáneo y educación ambiental al aire libre.

Este trabajo artístico, tal y como ha reseñado el artista en la información facilitada a Europa Press, "busca hacer un merecido homenaje a los creadores del paisaje, a aquellos que nos dan de comer, a los que cultivan los saberes, el conocimiento de la tierra y conservan las tradiciones".

A su vez, ha continuado, funciona como "un mural ritual" para "llamar a la lluvia" y, para ello, está inspirado en diferentes tradiciones como las danzas del paloteo o las mascaradas, entendidas en su origen como "ritos de fertilidad, asociadas a los ciclos solares".

"La falta de lluvias este año pasado ha sido y está siendo crucial, algo que el campo y la gente del mundo rural está sufriendo de primera mano, según el artista sobre un mural que muestra "una figura animal danzante de seis metros de alto, con forma de toro o vaca", que preside el mural y que hace alusión a los animales protagonistas de la finca.

Sobre el animal, ha apuntado que se ha tomado "como símbolo de fertilidad, al igual que en múltiples tradiciones de las culturas mediterráneas"; y, en ella, los cuernos tienen forma de luna y de sus extremidades le brotan plantas en múltiples direcciones, todas ellas asociadas a los cultivos de la propia finca y a plantas silvestres de la ribera del rio Tormes, lugar en el que se ubica el mural.

Asimismo, ha reseñado que del cielo caen grandes gotas de agua, "a modo de lluvia", provocada por "la Danza del animal", y su cuerpo está cubierto por "patrones simbólicos alusivos al entorno y al fin de la propia obra".

A nivel formal, el mural se inspira en el tradicional bordado salmantino y en sus figuras "semi-mitológicas". A los lados, dos parejas vestidas con el tradicional traje charro de la provincia de Salamanca levantan sus manos hacia la figura animal en señal de agradecimiento por la lluvia".

El artista madrileño Joaquín Vila es artista visual, muralista y docente, licenciado en Bellas Artes por la UEM y Postgraduado en Diseño de Exposiciones por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona; y se dedica profesionalmente al muralismo desde 2002, con experiencia tanto en España como Suiza, Alemania, Marruecos, Colombia y Jamaica, entre otros países.