El uso de móviles en niños de 10 a 15 años se reduce en una década en Castilla y León

La región está por encima de la media nacional en acceso a Internet y uso de ordenadores

Un grupo de menores usa su teléfono móvil.

Un grupo de menores usa su teléfono móvil. / A. Nusca - Efe

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Un 66,9 por ciento de los niños de 10 a 15 años de Castilla y León dispone de teléfono móvil, frente al 70,6 de media nacional, en la que es la comunidad en la que más se ha reducido su uso en los últimos diez años, entre 2013 y 2023, con una caída del 12,1 por ciento.

Los adolescentes de Castilla y León figuran dentro de los de las siete comunidades con más porcentaje en acceso a Internet, con un 95 por ciento (94,7 de media nacional), y el uso del ordenador está en el 94 por ciento en esa comunidad, también por encima del 93,1 por ciento de media nacional.

Por primera vez en España la proporción de niños de 10 a 15 años que disponen de teléfono móvil ha superado los 7 de cada 10, con subidas en los últimos 10 años en la mayor parte de las comunidades, especialmente desde la llegada de la pandemia de covid.

Limitar su entrega

De acuerdo con los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que han coincidido con la extensión de una incipiente presión social para limitar la entrega del móvil a los niños a los 12 años, con el paso de la educación primaria a la secundaria, o en todo caso antes de los 14 o incluso de los 16 años, el 70,6 % de los chicos y chicas españoles de 10 a 15 años tienen su propio teléfono, lo que supone 7,5 puntos porcentuales más que en 2013.

Esta cifra supone que, en todo el país, más de 2.143.000 menores de 10 a 15 años disponen de un teléfono móvil, de los que más de 427.000 residen en Andalucía, casi 355.000 en Cataluña, por encima de 295.000 en Madrid y alrededor de 245.000 en la Comunidad Valenciana.

Además, ese 70,6 % significa un incremento de 1,1 puntos porcentuales en un año, de 4,6 respecto a 2019, antes de la pandemia, y de 7,5 puntos en los últimos 10 años.

Hace solo unos días, por impulso de dos profesoras, la toledana Ángela Sánchez-Pérez y la barcelonesa Natalia Jiménez, se registraron más de 63.000 firmas como petición popular en el Congreso de los Diputados para restringir el uso de móviles en menores de 14 años debido a los efectos perjudiciales observados por los docentes en la atención y el desarrollo pedagógico de los alumnos.

Y a la vez se extiende desde Cataluña un movimiento surgido inicialmente en un grupo de Whatsapp de madres y padres de Barcelona que plantea rechazar la "normalización" de entregar un teléfono móvil inteligente a los niños a los 12 años, con el paso de la educación primaria a la secundaria.