El Seprona denuncia a una explotación ovina por graves deficiencias en Burgos

Una llamada anónima alertó de la existencia de animales mal atendidos que estaban entre montañas de estiércol y charcos de orines

Un rebaño de ovejas. | L. O. Z.

Un rebaño de ovejas. | L. O. Z. / Ical / Efe/ E. P.

Ical / Efe/ E. P.

La Guardia Civil ha denunciado al responsable de una explotación ganadera ovina en el Alfoz de Burgos, al detectar numerosas infracciones contra Ley de Sanidad Animal, la Ley de Patrimonio, la Ley de Aguas, la Ley de Caza, la Ley de Medicamentos, la Ley de Licencia Ambiental, la Ley de Bienestar Animal y a la Ley de Animales de Compañía. Días atrás, la Comandancia de Burgos recibía un anónimo, alertando sobre la pésima y precaria situación de muchos de los animales que se encontraban en una determinada granja del Alfoz de Burgos. Revelaba las malas condiciones higiénico sanitarias de la finca, con montañas de estiércol y charcos de orines entre los que vivían los animales, mal atendidos y descuidados. El Seprona se hizo cargo de las actuaciones y rápidamente llevó a cabo una pormenorizada y profunda inspección a las instalaciones para verificar la información y descartar, en su caso, posibles casos de maltrato animal, dejadez en los cuidados, falta de sanidad animal o cualquier otra anomalía que pudiera suponer una infracción a la normativa vigente o al Código Penal. En presencia del responsable de la finca se recorrieron los distintos rincones de la parcela corroborándose, a primera vista, muchas de las impresiones descritas por la persona comunicante. El número de animales allí instalados excedía el máximo autorizado; los tres perros no tenían administradas las vacunas obligatorias y estaban atados con correas de longitud insuficiente; se hallaron catorce perdices en cautividad y enjauladas sin haber obtenido el permiso necesario, además de otras especies como gallinas, palomas y pavos reales, dos hurones alimentados con restos de animales y tenencia de medicamentos sin receta veterinaria.

La granja de los horrores

Por otro lado, el Juzgado de Lerma (Burgos) ha admitido a trámite la denuncia presentada por el Observatorio de Bienestar Animal por el supuesto maltrato que aseguran que sufren los cerdos de una granja con unos 5.000 animales de Quintanilla del Coco (Burgos). La ONG presentó este pasado lunes una querella contra los responsables y operarios de esta granja de porcina por supuestos delitos de maltrato animal con agravante de muerte en la modalidad de acción por omisión.

La portavoz de la organización denunciante, Julia Elizalde, ha sostenido, a Efe, que el que inspectores de la Junta de Castilla y León y del Seprona hayan visitado la granja estos últimos días y no hayan encontrado irregularidades no tiene demasiada importancia porque los titulares ya sabían que se había presentado la denuncia y se pueden haber preparado.

Por su parte, el propietario de la explotación porcina, Domingo del Pozo Martínez, ha negado la situación que la ONG narra en un vídeo y ha advertido de que tanto la Junta como el Seprona de la Guardia Civil han certificado que todo está correcto.

Dos detenidos en Salamanca por comerciar cerdos sin calidad ibérico

La Guardia Civil de Salamanca detuvo a dos persona e investiga a otras siete por comerciar con cerdos sin cumplir con las normas de calidad del ibérico, por lo que están acusados de los presuntos delitos de estafa, falsedad documental y organización criminal, supuestamente orquestada en torno a varias explotaciones del sector. Según informó este viernes el Instituto Armado, como consecuencia de las labores de protección de la salud pública en la cadena alimentaria, el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de Salamanca tuvo conocimiento el pasado mes de marzo de la posible existencia de una empresa dedicada a la venta de productos ibéricos sin el factor de raza, edad y alimentación, con lo que estaría incumpliendo la norma de calidad del ibérico, con el consiguiente perjuicio para los compradores. Por ello, los guardias civiles iniciaron la operación denominada "SA.Dryhouse" que permitió descubrir cómo la empresa investigada adquirió y transportó 150 cerdos con origen en Fuente Obejuna (Córdoba) y cuyo destino era una explotación en San Pedro del Valle (Salamanca), donde se les retiraban los crotales de procedencia y se les reidentificaba con un nuevo crotal de una explotación ganadera que sí cumple con la norma del ibérico.