La comprensión lectora escolar empeora en Castilla y León, pero sigue por encima de la UE y España

La comprensión lectora de los alumnos de Cuarto de Primaria de Castilla y León empeora un poco por la pandemia del COVID, al pasar de los 546 a los 538 puntos del informe Pirls del año 2016, aunque la comunidad continúa por encima de la media de la Unión Europea (528) y España (521). En este sentido, sube del cuarto al tercer puesto, solo por detrás de Asturias (550) y Madrid (539), de un total de siete comunidades que han participado en la evaluación de forma voluntaria. A nivel internacional, se sitúa a la altura de países como Noruega o Dinamarca. Si Castilla y León fuera un estado ocuparía el lugar 13 en el ránking de los países de la OCDE, mejorando tres posiciones con respecto a 2016.

El estudio Progress in International Reading Literacy Study (Pirls), que evalúa la comprensión lectora de los alumnos de Cuarto de Primaria cada cinco años, ha contado con la participación de más de 50 países y nueve comunidades autónomas. En esta ocasión, la evaluación se realizó en mayo de 2021, después de un curso académico que estuvo marcado por el cierre de las aulas de forma presencial con la irrupción del COVID. Una situación que impidió que varios países tuvieran que realizar la evaluación con alumnos de Quinto de Primaria.

Los alumnos españoles empeoran en comprensión lectora tras la pandemia

La disciplina en el aula, básica para mejorar la comprensión lectora

Las pruebas tuvieron lugar en la primavera de 2021 y participaron 895 alumnos de 52 centros de Castilla y León en representación de una población total de 19.642 alumnos de Cuarto de Primaria. Por lo tanto, se trata del primer informe internacional posterior a la pandemia y su confinamiento, por lo que permite valorar el impacto que esta situación ha tenido en los estudiantes.

Los estudiantes de la comunidad sacan 14 puntos en comprensión lectora a los de Navarra (524), 15 a los de Andalucía (523), 28 a los de Canarias (510) o 31 a los de Cataluña (507). En el último lugar de la tabla con puntuaciones por debajo de los 500 puntos se encuentran Melilla, con 499, y Ceuta, con 498.

La consejera de Educación, Rocío Lucas, mostró ayer su satisfacción con los resultados al señalar que Castilla y León sigue ocupando una posición "preeminente" y mejora respecto a la última edición pasando del cuarto al tercer puesto, además de estar "prácticamente" igualada con el segundo. "Podemos decir que nuestro sistema educativo es uno de los que más fortaleza demuestra", sentenció. También valoró el "esfuerzo" de toda la comunidad educativa como las familias y los docentes que lograron "minimizar" los efectos negativos del confinamiento.

No en vano, señaló, según recogió la Agencia Ical, que los resultados ofrecen un descenso en las puntuaciones en casi todos los países. Letonia, por ejemplo, pierde 30 puntos; Eslovenia, 23, y Países Bajos, 18. Finlandia, referente mundial en educación, ha perdido 17 puntos respecto al estudio anterior. "Castilla y León ha experimentado una leve bajada de ocho puntos, lo que demuestra que hemos resistido y hemos logrado amortiguar los efectos de la pandemia y el confinamiento", destacó Lucas. La consejera también valoró el nivel de excelencia de los alumnos de la comunidad, ya que Castilla y León tiene un 45 por ciento del alumnado en los niveles alto y avanzado, por encima del 44 por ciento de la OCDE, el 40 por ciento de la UE y el 36 por ciento de España. Por lo tanto, logra un porcentaje de alumnado en el nivel avanzado comparable a Austria, Alemania o Países Bajos.

Lectoescritura infantil

Rocío Lucas añadió que el estudio demuestra la "especial" atención que Castilla y León presta a la Educación Infantil, ya que el 78 por ciento de los centros y más del 75 por ciento de sus alumnos tenía habilidades básicas de lectoescritura al llegar a Primaria, que es la cifra más alta de España y una de las más altas del mundo.

Este Pirls incluye, además, el denominado índice de gusto por la lectura, para medir la afición del alumnado por ella. "Si ponemos en una balanza a los estudiantes a los que les gusta mucho leer y a los que les gusta poco, la cifra obtenida por Castilla y León, 25 puntos, es la mayor de toda España y se sitúa por encima de la media de la Unión Europea.

La nueva EBAU, en el aire ante la convocatoria de elecciones generales

La implantación de la nueva Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), que estaba prevista para el curso 2023-2024 para, tras un periodo de transitoriedad, estar definitivamente implantada en junio de 2028, está en el aire después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya anunciado la convocatoria anticipada de elecciones generales y la disolución de las Cortes. En el proyecto de real decreto por el que se regulan las características básicas de la prueba de acceso a la Universidad para el curso 2023-2024 y se establece el procedimiento de cálculo de la calificación de acceso, publicado el pasado mes de febrero, el Ministerio de Educación y Formación Profesional eliminó la prueba de madurez y las preguntas tipo test que inicialmente tenía previstas para esta nueva prueba. Asimismo, Educación aumentaba el tiempo de realización de los ejercicios en la nueva prueba, pasando de 90 minutos a 105 minutos, ya que, según justificaba el Departamento dirigido por Pilar Alegría, "se tiene en cuenta la lectura del ejercicio, su análisis y producción". Otro de los cambios que incluye el proyecto de real decreto es que los alumnos, en el momento de matricularse a la prueba de acceso, elegirán entre examinarse de Historia de España o Historia de la Filosofía. Además, en las comunidades con lengua cooficial se añade un examen de lengua propia. Con el objetivo de poner a prueba la nueva EBAU, el Ministerio realizó en marzo una prueba piloto en 50 centros de todas las comunidades, informa Europa Press.