Castilla y León se mantiene en el quinto puesto en esfuerzo tecnológico. No en vano, los indicadores de la RIS3 procedentes de la Estadística de I+D, con datos de 2020, señalan que el gasto en I+D relativo al PIB ha ascendido al 1,37%, situándose la media nacional en el 1,41%. Además, el gasto en I+D por sectores muestra el descenso experimentado por el sector empresarial, el cual representa un 63,3% sobre el total, aunque continúa manifestando la tradicional fortaleza, superior en un 7,7%, frente al gasto en I+D de la media nacional, que se sitúa en el 55,6%.

La Estrategia de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3) de Castilla y León 2021-2127 fue aprobada por la Junta de Castilla y León el pasado mes de septiembre de 2021. La nueva RIS3 toma el relevo a la elaborada para el periodo 2014-2020, como el instrumento de planificación de la Junta que marca los objetivos y prioridades de la política de ciencia y tecnología de la comunidad, incluyendo actuaciones del ámbito de la investigación, desarrollo tecnológico e innovación (I+D+I) y de la Agenda Digital de Castilla y León.

Asimismo, impulsará la competitividad de las actividades en las que Castilla y León está especializada, apostando no solo por su transición digital y ecológica, sino aprovechando como nichos de oportunidad la digitalización, la descarbonización y la sostenibilidad exigida a nivel europeo y mundial, sin perder el sello de identidad de Castilla y León.

Un comunicado de la Junta, recogido por la Agencia Ical, señala que la RIS3 2021-2027 representa un nuevo planteamiento respecto a la estrategia anterior, con un mayor énfasis en objetivos y prioridades que pretenden alinear esfuerzos de todos los sectores de una forma transversal a través de tres grandes vectores de transformación: "Castilla y León, territorio con calidad de vida", "Castilla y León, neutra en carbono y plenamente circular" y "Castilla y León, una apuesta por la fabricación inteligente y la ciberseguridad".

Además, entre los objetivos se encuentran el de mejorar y fortalecer el ecosistema de I+D, avanzar en la digitalización de la economía y sociedad y reforzar la gobernanza participativa para la especialización.

Estas prioridades de trabajo se conciben como vectores transformadores de la economía y la sociedad y priorizan los esfuerzos de diferentes sectores económicos y las capacidad científicas y tecnológicas de la Comunidad con el horizonte 2027.