El porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social, medido a través de la tasa Arope (por sus siglas en inglés, At Risk of Poverty or Social Exclusion), creció durante 2021 hasta situarse en el 23,1 por ciento en Castilla y León, de acuerdo al nuevo modelo que incorpora los empleos de “baja intensidad”, si bien este porcentaje se reduce al 22,4 por ciento con la anterior definición. En 2020, este indicador era del 19,8 por ciento, aplicando el sistema de cálculo utilizado hasta ese año.

Así se desprende de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2021, que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), que precisó que la nueva definición de la tasa Arope, acorde con la Estrategia Europa 2030, por lo que incorpora la población que está al menos en tres situaciones: riesgo de pobreza, carencia material y social severa y baja intensidad en el empleo.

Novena comunidad

De esta forma, la tasa Arope –nueva definición– sitúa a Castilla y León como la novena comunidad con más porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social, pero por debajo de la media nacional que fue del 27,8 por ciento, frente al 27 por ciento de 2020. Las más elevadas se dieron en Extremadura (38,7 por ciento), Andalucía (38,7 por ciento) y Canarias (37,8 por ciento). En el lado contrario, se situaron la Comunidad Foral de Navarra (14,7 por ciento) y País Vasco (16 por ciento).

Igualmente, respeto al porcentaje en riesgo de pobreza, este indicador creció 2,8 puntos entre 2020 y 2021, al pasar del 15,1 al 17,9 por ciento, si bien este valor es inferior a la media nacional que fue del 21,7 por ciento. De nuevo, las más elevadas se dieron en Extremadura (32,3 por ciento), Andalucía (32,3 por ciento) y Canarias (28,4 por ciento). Comunidad Foral de Navarra (9,8 por ciento) y País Vasco (12,2 por ciento) presentaron las tasas de riesgo de pobreza más bajas. El estudio también concreta que los ingresos medios anuales netos por persona se situaron en Castilla y León en 12.656 697 euros (41 menos que el año precedente), mientras que en España alcanzaron los 12.269, 23 menos que en 2020. El informe también refleja que el 24,1 por ciento de los hogares de Castilla y León no tenía en 2021 capacidad para afrontar gastos imprevistos, lo que supone un descenso de seis décimas en relación a 2020. El INE también pone de manifiesto que el 26,4 por ciento de los hogares regionales no podía permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, seis puntos menos que la media nacional.