El consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, afirmó ayer que el nuevo ejecutivo autonómico trabaja “para poner en marcha el gobierno” y ha asegurado que tiene “una intención clara: tener para el 1 de enero de 2023 el presupuesto del próximo año”. En declaraciones a los medios previas a la inauguración del VII Congreso de Prevención de Riesgos Laborales en la Administración Pública que se celebró ayer en la Feria de Muestras de Valladolid, Carnero incidió en los esfuerzos de la coalición PP y Vox para tener ese proyecto de cuentas “con arreglo a los plazos” para que “las Cortes lo puedan aprobar antes de 2023”.

Carnero también hizo una defensa cerrada del trabajo de los empleados públicos de la administración autonómica y señaló que, como ya indicó a las organizaciones sindicales en su reunión del lunes, “a través del diálogo, se tiene que mejorar la situación de estos trabajadores que a la postre acometen estos servicios públicos esenciales”.

Del mismo modo, valoró la labor “esencial” de organizaciones sindicales y mutualidades “en aras de conseguir la prestación de esos servicios públicos” con garantías de seguridad y manifestó que la Junta de Castilla y León se encuentra “en unos valores inferiores al 50% de los marcos que establece el gobierno de España a través del Ministerio correspondiente”.

Carriedo ve “posible” realizar “algún ajuste” en el crecimiento

El consejero de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ve “posible” tener que realizar “algún ajuste” en la previsión de crecimiento económico de la comunidad, cifrada por el Gobierno autonómico en el 4,9% el pasado mes de octubre, pero avanzó que dicho ajuste “va a depender de la intensidad y la duración de algunas cuestiones como la inflación, la ausencia de materias primas o la inestabilidad internacional”. En declaraciones ofrecidas a los medios, y recogidas por Ical, Carriedo recordó que las últimas previsiones de crecimiento realizadas por la Junta fueron en el mes de octubre y que, desde entonces, “ha habido bastantes modificaciones”, por lo que se verá la evolución “en las próximas semanas” para realizar dicho ajuste.

No quiso, no obstante, fechar el consejero de Economía y Hacienda la realización de esa revisión puesto que “depende de cuando vayamos viendo un horizonte más estable”. Y es que, según Carriedo, “no se trata de adivinar cómo va a acabar el mes de diciembre, sino de ir viendo que, efectivamente, hay novedades”. Por ello, desde la Junta irán ajustando la previsión de crecimiento “a estas novedades”, dado que “no sabemos hoy la intensidad y profundidad de la crisis”. El consejero defendió la calidad de las finanzas autonómicas al señalar que Castilla y León “siempre ha sido un ejemplo de cumplir los objetivos de déficit, tener una deuda inferior a la deuda española y cumplir los objetivos de estabilidad presupuestaria”.

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La AIReF revisa la previsión de la economía para la comunidad y la sitúa en torno al 3%

La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, situó ayer en torno al 3% la revisión de crecimiento económico de Castilla y León para 2022, al contar con unas previsiones “más en la línea” de las comunicadas en los últimos días por el BBVA que por las elaboradas, en el mes de octubre, por el Gobierno autonómico, del 4,9%. En declaraciones realizadas ante los medios, y recogidas por Ical, Herrero apuntó que las previsiones de la AIReF sobre el crecimiento de Castilla y León “están próximas también al 3%” debido a que “la configuración y estructura productiva” del territorio castellanoleonés, que “como todas las comunidades del norte, es más vulnerable a la crisis energética y al mercado ruso”. No quiso, no obstante Herrero, valorar la conveniencia o no de la rebaja fiscal anunciada por el Gobierno autonómico en estas previsiones puesto que la AIReF “es un organismo al que le corresponde decir cuánto es el impacto de las medidas de los gobiernos en términos fiscales”.