Las Cortes de Castilla y León celebraron ayer la sesión de investidura de Alfonso Fernández Mañueco. El candidato a la Presidencia de la Junta se enfrentó a los miembros de la Cámara y puso su programa a disposición de la sociedad civil e institucional de la comunidad. Más allá de aquellos ciudadanos que optaron por seguir el debate vía “streaming”, la mayor parte de las instituciones estuvieron representadas en las butacas de invitados, junto a los familiares del propio Mañueco y del líder de Vox en la comunidad, Juan García-Gallardo.

Y esos ojos de la sociedad estuvieron defendidos ayer por todos aquellos que encabezan las instituciones y las organizaciones que representan al pueblo de Castilla y León. Presidentes de diputaciones, como el de Segovia, Miguel Ángel de Vicente; de Ávila, Carlos García; de Valladolid, Conrado Íscar, y de Palencia, Ángeles Armisén, también la presidenta de la Federación Regional de Municipios y Provincias (FRMP), todos ellos del PP; junto a los alcaldes de Salamanca, Carlos García Carbayo, y de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera.

A lo largo de la bancada se sentaron el presidente de Vox, Santiago Abascal, que por primera vez acudió a la investidura de uno de los gobiernos en los que la formación verde está presente. Muy cerca de él, según el protocolo, asistió la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados y dirigente del PP, la zamorana Ana Pastor.

Apoyaron también esta sesión, que unió en matrimonio a PP y Vox, la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, parlamentarios de la Asamblea de Madrid, exprocuradores de las Cortes y expresidentes como Luis Fuentes o José Manuel Fernández Santiago.

No podían faltar los representantes de las instituciones propias: el presidente del Consejo de Cuentas, Mario Amilivia, del Consultivo, Agustín Sánchez de Vega; el procurador del Común, Tomás Quintana, y el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Enrique Cabero. De este último órgano son precisamente miembros la patronal y las centrales sindicales, también presentes en las personas de su recién elegido presidente, Santiago Aparicio, y los secretarios generales de Comisiones Obreras, Vicente Andrés, y de UGT, Faustino Temprano, respectivamente, muy atentos a las menciones de Mañueco en torno al Diálogo Social.