El portavoz de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha asumido este lunes que su pacto con el PP para cogobernar esta comunidad no incluye la implantación del denominado "pin parental", aunque se ha propuesto "garantizar que no va a haber nada de adoctrinamiento" en las aulas porque "de vez en cuando algún profesor o alguna actividad extraescolar se sale del tiesto".

En una entrevista con esradio, García-Gallardo ha afirmado que su intención es "reforzar el modelo educativo" y, aunque ha preferido no avanzar las "tres o cuatro" consejerías que gestionará Vox, al incluir en esa cuota de poder las competencias que pueda asumir él mismo desde la Vicepresidencia, sí ha asegurado que están preparando equipos con los que "mucha gente se va a sorprender".

"Gente muy preparada y solvente", ha resumido García-Gallardo, quien sobre otro de los asuntos que más roce ha generado con el PP durante la negociación, ante la propuesta inicial de Vox de derogar la Ley autonómica contra la Violencia de Género, ha augurado que "no va a haber polémicas" porque su intención con la aprobación de una ley de violencia intrafamiliar -que coexistirá con la vigente contra la violencia de género-, es "tratar a todas las víctimas por igual, sin discriminación".

En este sentido, el representante de Vox ha cuestionado que el huérfano de una víctima de la violencia machista pueda recibir unas ayudas que no obtenga un huérfano de padre por otro tipo de violencia.

Preguntado por el hecho de que el acuerdo con el PP no haya incluido finalmente la derogación del Decreto de Memoria Histórica y Democrática de Castilla y León, García-Gallardo ha defendido la necesidad de "mirar al futuro" sin estar "discutiendo quiénes eran más buenos o más malos", en referencia a lo ocurrido en la Guerra Civil y la dictadura franquista.

Sobre esta materia, ha preferido apelar a la "historia en común" y ha citado el IV centenario de la canonización de Santa Teresa de Jesús, que en su opinión sí es un acontecimiento que "refuerza la identidad común".