La consejera de Sanidad, Verónica Casado, admitió hoy que la sexta ola del COVID-19 no ha alcanzado todavía la “meseta” en Castilla y León, como se había previsto hace unas semanas, y aseguró que no se frenará mientras siga al alza al norte de la Comunidad, así como en los países vecinos de Europa.

Casado, que participó en un acto en Valladolid, reconoció que la previsión hecha se basaba en que los datos de otras comunidades mostraban que la incidencia se frenaba, pero remarcó que la curva no ha llegado a la meseta todavía en Castilla y León, donde fuentes sanitarios precisaron que todavía no se ha registrado en las muestras secuenciadas ningún caso de la variante Ómicron, detectada en Sudáfrica y con presencia en España.

La titular de Sanidad insistió en que es “complejo” hacer previsiones sobre la evolución del coronavirus, que en este momento sigue avanzando y sitúa a los cinco indicadores epidemiológicos del ‘semáforo’ o documento de actuaciones de respuesta coordinada al COVID. Tanto la incidencia acumulada a 14 y siete días, también entre los mayores de 65 años, como la positividad se encuentran en riesgo “muy alto”.

Por el contrario, Casado destacó que los indicadores sanitarios, referidos a la ocupación hospitalaria y las tasas de ingresos, se encuentran, como las UCI en riesgo alto, pero “contenidos”, a su juicio gracias a la vacunación, que recalcó no evita el contagio, pero sí el riesgo de terminar en un hospital, en la UCI o de fallecer.

De esta forma, insistió en que su departamento apuesta por seguir vacunando así como en administrar la dosis de refuerzo a los mayores de 60 años, que recalcó son los que presentan una mayor vulnerabilidad, así como a los que están más expuestos, como los colectivos de sanitarios y sociosanitarios. También se sigue con los pinchazos con dosis de refuerzo a los vacunados con la monodosis de Janssen.

Al respecto, la consejera de Sanidad aseguró que Castilla y León seguirá las indicaciones de la Ponencia de Vacunas y la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que de momento ha acordado poner la tercera dosis a los mayores de 60 años, los sanitarios y sociosanitarios, así como a los vacunados con Janssen, así como iniciar la inmunización de los niños de cinco a once años, mientras se mantiene abierto el proceso para los mayores de 12 años.

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Esto, sin embargo, aseguró que no quiere decir que una vez finalizado el proceso no se continúe con los menores de 60 años, porque la evidencia indica que sería “bueno”, si bien remarcó que el mayor riesgo se encuentra por encima de esta edad.