El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha recordado el pasado terrorista de Castilla y León, como una de las comunidades autónomas más castigadas por esta lacra tras Madrid, País Vasco y La Rioja. Durante el acto entrega de condecoraciones de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo, celebrado en el Monasterio de San Juan de Burgos, destacó que Castilla y León “es una tierra muy castigada por el terrorismo” y ha puesto en valor el reconocimiento a las víctimas por un hecho de “justicia, memoria y dignidad”.

En su discurso, reconoció que el acto que presidía era “triste”, por cuanto obligada a revivir la pérdida de vidas, pero insistió en que se trataba también de un acto de “reconocimiento y esperanza”.

Un hecho que vinculó a la necesidad de construir una “memoria colectiva” para que el relato sobre el terrorismo sea el del “sufrimiento” y “triunfo final” de todos los que lo padecieron.