Uno de cada diez municipios de Castilla y León se encuentra actualmente en riesgo muy alto en la incidencia a 14 días por cada 100.000 habitantes, en esta sexta semana de la ya denominada sexta ola de la pandemia de COVID-19. En cifras absolutas, se trata de 234 de los 2.248 con los que cuenta la comunidad, en los que se superan los 250 casos de tasa a dos semanas para el riesgo muy alto, la barrera establecida en el semáforo definido por el Ministerio de Sanidad, según los datos conocido por Ical.

Del total de municipios, preocupan varios de ellos, como Villalón de Campos (Valladolid) o Madrigal de las Altas Torres (Ávila), si bien la mayor parte pertenecen a zonas básicas de salud consideradas rurales en los que la baja población condiciona notablemente la tasa, ya que en localidades de un centenar de habitantes, ya solo dos o tres casos dispara la incidencia.

La más alta la presenta Villalón de Campos, que multiplica por 23 ese muro simbólico de 250 casos y se eleva hasta los 5.765 por cada 100.000 habitantes, con una población total que supera los 1.600 habitantes. Esta marca ha situado a la población en el núcleo informativo nacional en las últimas semanas por el origen de varios brotes por coronavirus, a pesar de que el 90 por ciento de su población está vacunada, lo que evita también los síntomas graves.

Menos extendido se encuentra el COVID-19 en esta sexta ola en las provincias de Zamora, Segovia, Palencia y Soria, con muchos menos municipios en situación de riesgo muy alto, aunque con localidades puntualmente en guardia por su alta incidencia. Así, 23 municipios de Zamora se encuentran en rojo granate, con la más elevada en Benavente, con 297,9 casos por cada 100.000 habitantes. También se encuentran otros como Morales de Toro, Muelas del Pan, Cañizal y Camarzana de Tera.