La consejera de Sanidad, Verónica Casado, reconoció ayer que está “obsesionada” por reforzar la atención continuada y arrancar con su reconstrucción, porque está demostrado que es vital para actuar en patologías tiempo dependientes. Quiere una red mucho más potenciada para llegar a cualquier sitio en el menor tiempo posible, y lo hará con un refuerzo de los recursos y una inversión de 175 millones en dos años, 2022 y 2023, con 45 millones para contratar profesionales, y con el objetivo de doblar los recursos actuales.

Lo dijo en el foroSALUD+, donde precisó que Sacyl aumentará la actual flota de equipos de urgencias con la adquisición de 47 ambulancias de soporte vital básico; un helicóptero con vuelo nocturno, que estará ubicado en Valladolid, así como 26 equipos móviles de Atención Continuada.

A estos recursos se sumarán 17 ambulancias de soporte vital avanzado de enfermería, conocidos como ambulancias tipo C o SVAE, que dejan en manos de estos profesionales la atención de urgencias y emergencias. Se trata de un recurso asistencial que lleva funcionado años en países de Europa, como Holanda y Suecia, y que en España estrenó Cataluña hace 30. Le siguieron Andalucía, Canarias, País Vasco, Castilla-La Mancha, Madrid y la Comunidad Valenciana, y ahora se implementa en Castilla y León con dos objetivos claros: reforzar la accesibilidad y la calidad de la asistencia urgente y de emergencias y, dos, impulsar el desarrollo de las competencias de Enfermería.

Digitalización

Este será uno de los pilares en los que trabajará su departamento en los próximos años, en los que también quiere relanzar la digitalización, por medio de la mejora de la conectividad de los tres niveles; apostar por la telemedicina, así como por nuevos recursos tecnológicos que refuercen la atención. En estas estrategias también figuran la apuesta por los sistemas de información, de modo que se puedan medir las actuaciones sanitarias con indicadores y sirvan para la toma de decisiones. “La sanidad de Castilla y León tiene muchos retos; los próximos años van a ser claves” para mantener un sistema que sea “efectivo, equitativo, eficiente” y viable que depende de la sostenibilidad financiera, de la práctica médica segura, y que debe seguir siendo satisfactorio y de calidad, dijo. La consejera aseguró además que tiene “en la cabeza” la posibilidad de poder implantar un modelo de residencia integrado en el sistema sanitario, similar al que funciona en Canadá. Se trata de un sistema en el que los médicos de familia atienden a su población de cupo, con independencia de si viven en una residencia de la tercera edad o en su hogar.