La exprocuradora de Ciudadanos María Montero, que figura como procuradora no adscrita en las Cortes, afirmó ayer que se plantea y que no la “quedará más remedio” que acudir al Tribunal Constitucional para defender sus derechos en la Cámara al considerar que los socios de PP y de su anterior partido los “cercenan” con su actitud y decisiones.

Montero convocó una rueda de prensa para exponer y calificar de “lamentable” que la Mesa de las Cortes no la permita que la interpelación sobre comercio que formuló en el anterior pleno no se convierta en moción como señala el Reglamento, si bien reconoció lo que dice esta norma en relación a los procuradores no adscritos.

No obstante, consideró que es “injusto”, ya no solo por ella, sino por cualquier otro que tenga que pasar por su situación, y acusó a PP y Cs de hacerle “la vida imposible” para que renuncie al escaño, pero advirtió de que eso no sucederá porque la actitud de ambos socios hacia ella la “da más fuerza”.

“Es bueno negociar las iniciativas, el Partido Popular estaba acostumbrado a las mayorías absolutas, a un Gobierno fácil con Ciudadanos, y les he sacado de su zona de confort”, argumentó en referencia a su salida el 19 de marzo del grupo naranja, tres días antes del debate de la moción de censura del Grupo Socialista.

Tras manifestar que recurrió a la Mesa, pero se apeló al Reglamento, estimó que falta voluntad política y flexibilidad en lo que respecta a sus derechos como procuradora ya que no tiene despacho, en un edificio “tan grande”, y tiene asignada una mesa “sin ninguna intimidad” en la biblioteca.