La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha dicho no sentirse desautorizada por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien ayer sostuvo que las críticas del portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, a su gestión de la sanidad rural recogieron "el sentir" de los ciudadanos.

Fernández Mañueco aseguró ayer lunes que el portavoz del PP en el Senado y senador por esta comunidad, Javier Maroto, "recogió el sentir" de lo que piensan los ciudadanos cuando habló de que el presidente de la Junta había dado un golpe sobre la mesa para frenar una gestión insostenible de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, respecto a la sanidad rural.

Preguntada este martes en Salamanca sobre si se sentía desautorizada por el presidente del Gobierno autonómico, Casado se ha limitado a decir: "no, no, para nada".

La pasada semana, el senador del PP por Castilla y León, Javier Maroto, aplaudió el "golpe sobre la mesa" del presidente Fernández Mañueco para frenar la gestión "insostenible" que en su opinión estaba haciendo con la sanidad rural la consejera Verónica Casado: "si no lo entiende, el problema lo tiene la consejera".

Ante estas declaraciones, ayer el propio presidente de la Junta reconoció que Maroto "recogió el sentir" de lo que opinan los ciudadanos sobre la sanidad rural.

Este martes, también en Salamanca, la consejera de Sanidad ha insistido en su "compromiso total y absoluto con la sanidad", aunque también ha declarado que le "preocupa la atención primaria rural y urbana".

Además, ha reconocido que su objetivo es "garantizar la calidad" sanitaria y que "todo el mundo tenga médico y enfermero".