Un 20% (19,8 %) de la población de Castilla y León –474.000 personas– se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, un problema agudizado por la pandemia del COVID y por otros factores que ya están empezando a afectar a las familias, como la subida del precio de la luz o combustibles.

Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del Informe Arope 2008-2020 presentado este viernes en las Cortes de Castilla y León por la organización EAPN, en el que se alerta de un incremento importante de la pobreza en la comunidad, a pesar de que esta ocupe el quinto puesto en el conjunto de las autonomías en la denominada tasa Arope.

Como ha explicado durante la presentación de este informe Rebeca Madruga, de EAPN, la tasa Arope es el resultado de combinar tres indicadores relacionados con la pobreza, como son: la población que se encuentra en riesgo de pobreza; la población con carencia o privación material severa y la población que vive en hogares con baja intensidad de empleo.

La combinación y estudio de estos tres indicadores revela que el 20% de la población de Castilla y León vive en riesgo de pobreza o exclusión social, con un incremento del 18,7% en las personas en esta situación en un año, mientras que 363.000 personas están en situación de pobreza o pobreza severa –menos de 320 euros al mes–, un 15,1% de la población de la comunidad, con un incremento de dos puntos tras el COVID.

Situación preocupante

Especialmente preocupante es la situación de algunos colectivos, como pensionistas o viudas, ya que, mientras que casi el 40% de todas las pensiones contributivas de la comunidad están por debajo del umbral de la pobreza, las de viudedad lo están en un 54% y un 15% de ellas por debajo del de pobreza severa.

Asimismo, 86.000 personas, 31.000 más que el año pasado, viven en condiciones de privación material severa. Un indicador que sí recoge los efectos del COVID y que revela, por ejemplo, que un 5,4% de las personas de la región no pueden permitirse un ordenador personal, lo que “ha afectado sin duda durante la pandemia y a aquellos niños que no han podido seguir sus clases por falta de material”, ha ejemplificado Madruga.