Reteles, cebo, horquilla y Lucas, su pequeño perro, forman parte del equipo de Jesús Ángel de Celis, un aficionado palentino a la pesca de cangrejos en el Canal de Castilla, que lleva practicando este hobby apegado a la naturaleza cerca de cuatro años tras jubilarse y buscar nuevas ocupaciones. 

Jesús Ángel de Celis pesca cangrejos con retel en el canal de Castilla a su paso por Palencia. ICAL

Recuerda sus primeros contactos con los cangrejos durante su infancia en el norte de la provincia y explica en declaraciones a la Agencia Ical que la actividad se lleva a cabo con un retel, que es una red sujeta, actualmente, a dos aros de diverso tamaño con peso en la parte inferior para que baje hasta el fondo del medio acuático, al que se añade un cebo. A través de una horquilla moderna o un palo y una cuerda que une a la red se saca el retel lleno o vacío, ya sea de la variedad roja o del señal, según la suerte o la zona elegida.

Cangrejos.

“Es muy sencillo y no se necesita una gran preparación física, al igual que no requiere un gran desembolso en el material”. Afirma que pesca normalmente en el Canal de Castilla, aunque también hay cangrejos en el río Carrión a su paso por la capital, pero particularmente, no lo recomienda por su suciedad y otras particularidades. 

El canal tiene “agua limpia y prefiero pescar ahí, porque siempre voy con mi perrito y hay menos gente”. “Si cojo unos cangrejos bien, pero si ocurre lo contrario me leo un libro y paso la mañana o la tarde”, traslada.

Cangrejos.

Normativa autonómica

En Castilla y León es necesario una licencia para la pesca de cangrejos emitida por la Junta, por un valor máximo de 15 euros, la cual es válida para todo un año, con una temporada en la Comunidad que discurre entre el 1 de junio y el 31 de diciembre.

Según la normativa autonómica no hay límite de reteles, los cuales tienen que estar identificados con una tarjeta que contenga los datos del pescador, por lo que hay días que Jesús Ángel de Celis pone ocho, pero, en ocasiones, aumentan hasta los 15. 

Cangrejo.

“Depende de las ganas y de la zona en la que esté”. No obstante, señala a Ical que existe un límite de espacio ocupado, con un total de 100 metros para cada pescador y diez metros con el compañero colindante. Además, los cangrejos pueden llevarse vivos al domicilio. 

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Aclara que no está limitado el número de cangrejos ni el tamaño, como ocurría hace muchos años. “Estamos obligados a retirar todo lo que salga en los reteles y no se puede devolver al agua nada, ya que parece ser que hay mucha cantidad”. Aun así, reconoce que todo va por barrios y depende de las zonas elegidas para la pesca.

“Hay lugares en los que hay muchos cangrejos, pero también otras ubicaciones en las que menos o ninguno. Los cangrejos se mueven muchos menos que los de antaño y no se desplazan tanto en el agua”, asevera a la Agencia Ical el aficionado palentino.