La nueva ley de atención integral a las víctimas de violencia de género que amplia la protección a transexuales, niñas y menores que se encuentren bajo la custodia de las víctimas y otros familiares convivientes. Además, reconoce nuevas formas de violencia contra la mujer, como la que se ejerce por medio de las nuevas tecnologías y las redes sociales y contempla la creación de redes de atención especializadas, así como un refuerzo de la atención a los maltratadores con el objetivo de desarrollar programas de tratamiento para prevenir la reincidencia.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, presentó ayer el anteproyecto de ley en cuya elaboración han participado 78 organizaciones y un centenar de profesionales que trabajan directamente con las víctimas y recalcó que, al igual que la ley autonómica de 2010, la futura normativa aspira a convertirse en un referente nacional en la protección a las mujeres.

“Se trata de una ley ambiciosa, moderna, que revisa toda la normativa actual y eleva al rango de ley algunas prácticas que se vienen realizando”, aseveró Blanco.

El ámbito de aplicación de la norma se extiende a más personas. Así, cita expresamente a mujeres trans, niñas y adolescentes en situación de violencia de género, pero también a los menores que se encuentren bajo su patria potestad o guarda y custodia, así como a los familiares, por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado inclusive, que convivan con ella.

También tipificará los insultos y el acoso por motivos de género; la extorsión sexual; el control o espionaje a través del móvil y cualquier herramienta digital; la difusión de datos personales o documentos íntimos en la red; la coacción para obligar a la víctima a facilitar claves personales; la usurpación de su identidad en línea, y las amenazas de violación y de muerte.

Otra de las modalidades introducidas en el texto legislativo es la violencia vicaria, que comprende la que se ejerce sobre los hijos y familiares.