El Consejo de Ministros ha acordado ayer declarar zona gravemente afectada por emergencia de protección civil –conocida como “zona catastrófica”– a 13 zonas de comunidades autónomas que han sufrido incendios este verano y otro tipo de catástrofes naturales, entre las que se encuentra Castilla y León, donde en el incendio que afectó a los municipios de Navalacruz y Cepeda de la Mora, en la provincia de Ávila, ardieron casi 22.000 hectáreas. El Consejo de Ministros, “con el objetivo de atender las urgencias y lo inminente” que ha sucedido en el país en relación con los incendios forestales, ha aprobado la declaración de zona afectada por emergencia de protección civil en Castilla y León por los graves incendios sucedidos.

En este mismo contexto, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, valoró la “excelente noticia” que supone la declaración por parte del Gobierno de zona catastrófica la afectada por el incendio de Navalacruz (Ávila).

“Creo que es una medida justa”, afirmó ayer en Salamanca, aunque se mostró escéptico sobre las consecuencias de esa declaración: “Ahora vamos a ver cómo se traduce eso, una cosa es la declaración y otra son los efectos”.

Lo importante, añadía, es que los ganaderos y la gente afectada por el incendio “tiene que saber que nosotros de ninguna manera les vamos a dejar abandonados”. Concluyó entre risas que “es una buena noticia y le aseguro que a mí me encanta hablar bien del Gobierno”.