La oferta de plazas de alojamiento turístico repuntaron este verano en relación al año pasado, con casi 187.975, frente a las 186.567 de 2020, cerca de un millar más que se traduce en un incremento porcentual del 0,7%. Las camas se reparten entre 9.395 establecimientos abiertos, 189 más que en 2020, con un avance relativo del 2% más, a pesar de la dureza de la pandemia por el coronavirus para el sector.

El crecimiento de viviendas y apartamentos para uso turísticos compensó la desaparición de plazas de hoteles, hostales y pensiones. Tanto es así, que a día de hoy se contabilizan 2.536 casas dedicadas a este servicio, un casi un 8% más que el año pasado, con 17.000 plazas, un 9,2% más. Por lo que respecta a los apartamentos, la evolución fue muy parecida, de un 6,65% más, con 417, que pueden acoger a 7.733 personas, un 9% más que en verano de 2020.