El alcohol y las drogas aparecen como factor recurrente en la quinta parte de los accidentes mortales en Castilla y León, donde el pasado año estuvieron presentes en quince de los 81 siniestros de este tipo en la comunidad, han informado este lunes fuentes de la Delegación del Gobierno.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha desde hoy, hasta el 8 de agosto, una nueva campaña en la que se intensificará la vigilancia sobre el riesgo que supone el consumo de alcohol y/o drogas y la conducción.

Los agentes establecerán diferentes puntos de control a cualquier hora del día con el objetivo de evitar que personas que hayan ingerido alcohol o hayan consumido drogas circulen por las carreteras.

Para disuadir del consumo de estas sustancias durante la conducción en todo tipo de vías, Tráfico ha invitado a los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes a que se sumen a la campaña, con controles en sus respectivos cascos urbanos.

Desde hace varios años, la DGT está trabajando con los ayuntamientos y desarrollando un plan de apoyo a las policías locales en materia de pruebas de alcohol y otras drogas, realizando cursos de formación y dotándoles de instrumentos para la realización de controles de drogas.

La participación de las autoridades locales en esta materia es "imprescindible" para realizar la vigilancia lo más próxima a las zonas de consumo y evitar una mayor exposición del riesgo, han precisado dichas fuentes en un comunicado.

El consumo de alcohol-drogas y la conducción es un binomio incompatible tal y como se desprende de la memoria 2020 de hallazgos toxicológicos en las víctimas mortales de accidentes de tráfico realizada por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

Según este informe, de los 597 conductores fallecidos en accidente de tráfico y sometidos a autopsia y análisis toxicológico, 291 (48,7%) arrojaron resultados positivos a alcohol, drogas de abuso y/o psicofármacos, lo que implica un 3,2% más que en 2019.

El alcohol sigue siendo la sustancia más consumida por los conductores fallecidos (20,1%), seguido por otras drogas (20,1%) principalmente cocaína y cannabis, y, en tercer lugar, los psicofármacos (13,4%).