El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha reconocido que en las administraciones son "idiotas" porque una vez tras otra, durante las cinco olas de la COVID, se ha cometido el mismo error de "subestimar" al virus para intentar "ganar unas vacaciones".

En la rueda de prensa semanal sobre la situación de la pandemia en la Comunidad, el vicepresidente ha hecho extensible esta crítica a su Ejecutivo, aunque no ha exonerado el Gobierno central, entidades locales, medios de comunicación e incluso a la población de esta crítica.

Así, preguntado por qué en países como Reino Unido o en España, con las tasas más avanzadas de inmunidad, están sufriendo con virulencia esta quinta ola del COVID, Igea ha atribuido este hecho a la "falsa sensación de seguridad" que precisamente dan las vacunas y que se ha transmitido por parte de las administraciones.

"¿Qué dicen los presidentes de países como Francia, Alemania o Italia? ¿Cuándo han abierto ellos el ocio nocturno?", ha preguntado de forma retórica el vicepresidente de la Junta, quien ha asegurado que desde el Gobierno se ha "relajado" a la población, se ha "mentido al virus" y se ha dicho que "volvían las sonrisas": "¿Han visto ustedes a Macron o Merkel decir que han vuelto las sonrisas?".

En este sentido, Igea ha reflexionado que la política española se asemeja más a la de Reino Unido que a la de los países europeos del entorno, ya que en España "llevamos 16 meses intentando ganar las próximas vacaciones y cada vez ha pasado lo mismo: una nueva ola".

"Sí, somos idiotas, tengo que admitirlo, porque hemos hecho las misas cosas en las cinco olas sabiendo lo que iba a ocurrir y sin cobertura de rebaño", ha expresado Igea, quien ha dicho que es "evidente" que desde la Junta también se han tomado medidas equivocadas.

"Claro que no hemos estado bien, pero espero que no seamos los únicos en hacer autocrítica", ha apostillado Igea, quien ha pedido así al Gobierno central, otras instituciones e incluso a los medios de comunicación que también hagan su propia autocrítica.