El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León, Sebastián Nogales, reclamó ayer que los damnificados de la banda terrorista ETA no caigan en el olvido porque “sería como volverlos a matar”. La Plaza Mayor de Salamanca acogió un acto ayer con motivo del “vil secuestro y asesinato” de Miguel Ángel Blanco, 24 años después de su muerte.

Nogales explicó que para la asociación que representa es un “deber moral” acudir a este tipo de actos. “No podemos olvidar jamás que este atentado fue un punto de inflexión en la movilización social frente al terrorismo de ETA. España salió a las calles pidiendo su liberación y condenando después su asesinato. Y ese gesto colectivo marcó un antes y un después en la lucha por la deslegitimación del terrorismo, pues unió mucho a la sociedad y demostró la fortaleza de la democracia frente al chantaje y la amenaza terrorista”, resumió.