La Junta de Castilla y León registró ayer ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJ) la petición para que limite a seis personas de las reuniones tanto en espacios abiertos como cerrados entre la una y las seis de la madrugada. De esta forma toma forma lo anunciado por el vicepresidente Igea en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno del pasado jueves. La autorización TSJ resulta imprescindible al tratarse de una privación de derechos fundamentales la limitación de reuniones a seis personas, tanto en el exterior como interior de espacios públicos y domicilios.

La medida pretende frenar el aumento de la incidencia a través de reuniones en casas o en botellones, una vez cerrados los bares. El Gobierno regional confía en que el TSJ siga la misma senda que otros tribunales de comunidades autónomas, que han autorizado está «regulación mínima».

Igea insistió el pasado jueves en que no se trata de un toque de queda dado que no se limita la movilidad absoluta de las personas, sino su número en reuniones a una determinada hora, en este caso, de madrugada.