El pleno de las Cortes de Castilla y León aprobó ayer el proyecto de ley que contempla tanto en la modalidad de sucesiones como de donaciones una bonificación del 99% de la cuota íntegra entre familiares directos, lo que supone en la práctica su eliminación, como un compromiso de gobierno de PP y Cs con cuya supresión creen que se reactivará la economía y se generará empleo.

En el debate, se contrapusieron el modelo fiscal del PP, defendido en el pleno por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el portavoz del Grupo Popular, Raúl de la Hoz, y también por su socio naranja de Ciudadanos Miguel Ángel González y el de la izquierda de PSOE y Podemos, quienes criticaron que se beneficie a los ricos.

La supresión en la práctica de este tributo recibió el voto a favor de Vox, UPL y Por Ávila, 43 de los 81 procuradores, y en contra de PSOE y Podemos, a los que se unió la procuradora no adscrita, María Montero, favorable a su eliminación pero no en este momento de emergencia económica y sanitaria, en que se dejarán de recaudar 35 millones al año.

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que asumió en nombre del Gobierno la presentación del texto ante el plenario, aseguró que la supresión beneficiará a la sociedad en general y favorecerá el relevo generacional en negocios y explotaciones agrarias, y anunció además que no será la única bajada de impuestos porque se avanzará en la fiscalidad rural. “Esta en juego el futuro de muchos jóvenes y la creación de empleo”, sostuvo Fernández Mañueco, que aseguró que se trata de una bajada de impuestos que beneficia a todos los contribuyentes, que se ahorrarán 35 millones de euros, que va a incentivar el consumo y la renta, lo que favorecerá el crecimiento económico, la creación de empleo y una mayor recaudación en otras figuras impositivas.

La supresión en la práctica de este tributo, una vez publicado en el Bocyl, motivó un encendido debate entre la socialista Rosa Rubio y el popular Raúl de la Hoz. Para la primera, el modelo de los socios de Gobierno es beneficiar a los ricos en detrimento de los servicios públicos, mientras que el segundo acusó a “la izquierda radical” de querer que Castilla y León tenga la tributación más alta en sucesiones y donaciones.

En la defensa de cinco enmiendas vivas al pleno, la socialista Rosa Rubio, que dudó que llegue a 15.000 personas, defendió un modelo fiscal progresivo, insistió en que el texto remitido a las Cortes solo beneficia a los más ricos y censuró que el PPCyL apoye lo que ocurre en Madrid, donde se refirió a una supuesta simulación del marido de Esperanza Aguirre en el impuesto de donaciones, alusión afeada desde la bancada popular.

Sin embargo, el portavoz del PP, Raúl de la Hoz, aseguro que “hoy (por ayer) es un día histórico para Castilla y León porque el injusto impuesto de sucesiones y donaciones pasará a la historia”. “Hoy por tercera vez, se vence al sanchismo y a lo peor de él”, afirmó de la Hoz, que citó la moción de censura, la sentencia que obliga a pagar el IVA pendiente de 2017 y la supresión de este impuesto. Durante el pleno de las Cortes, Mañueco anunció además que la supresión del Impuesto de Sucesiones no será la última bajada de impuestos, porque se avanzará en la fiscalidad rural, ya que, dijo, él defiende una fiscalidad moderada, justa y equitativa que permita a Castilla y León mantener la calidad de los servicios públicos.