Un jurado popular declaró el viernes por la noche culpable de asesinato al acusado de matar de una puñalada en el corazón a un jubilado de 62 años en un atraco cometido durante la noche del 19 de agosto de 2017 en la localidad leonesa de San Andrés del Rabanedo.

El veredicto, leído pasadas las diez de la noche tras casi doce horas de deliberaciones, fue alcanzado por unanimidad de los miembros del jurado en todos y cada uno de los hechos sometidos a debate.

En sus calificaciones finales leídas el viernes, la Fiscalía mantuvo su petición inicial de 27 años y 6 meses de prisión para el acusado, de nacionalidad venezolana y que tenía 30 años cuando sucedieron los hechos.

Para la Fiscalía quedó suficientemente acreditado durante el juicio que el acusado fue el autor de un asesinato marcado por una violencia “absolutamente gratuita”.

Por el contrario, la defensa reclamó la libre absolución del acusado al entender que no se ha podido probar su implicación en los hechos e incluso la letrada que lo representa llegó a acusar a la Policía Nacional de mentir para incriminar a su patrocinado.

En sus calificaciones finales, la Fiscalía expuso que sobre la medianoche del 19 de agosto de 2017 la víctima y su esposa paseaban por una calle de San Andrés del Rabanedo, momento en el acusado se dirigió a ellos y les amenazó con un objeto punzante. “Dadme todo o si no os mato”, espetó al matrimonio para a continuación empujar a la víctima contra el portón de un garaje con la intención de robarle un bolso en que llevaba un móvil, una cartera con 180 euros, tarjetas bancarias y diversa documentación personal.

La Fiscalía sostuvo que, de forma súbita y sorpresiva, asestó una puñalada en el tórax a la víctima que le provocó la muerte en apenas diez minutos por una hemorragia brusca.

Seguidamente, según el mismo relato, se dirigió a la mujer a la que empujó para arrebatarle sus pertenencias y le provocó diversas lesiones por las que tuvo que recibir tratamiento médico.

Con las pertenencias del matrimonio en su poder se dio a la fuga, si bien en el camino perdió un teléfono móvil que estaba a nombre de su pareja. El acusado fue localizado y detenido sobre las 7.30 horas de ese mismo día en posesión de los móviles del fallecido y de su mujer y de otros efectos personales propiedad del matrimonio.

La Fiscalía calificó los hechos como un delito de asesinato, por el que reclamó una pena de 23 años de prisión, y otro de robo con violencia e intimidación, por el que pidió una condena a cuatro años y seis meses de cárcel.