El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, pidió ayer disculpas “por la precipitación y las molestias ocasionadas” tras la decisión ayer del Gobierno autonómico de suspender cautelarmente la vacunación con AstraZeneca, pero defendió que, con ello, el Ejecutivo castellanoleonés hizo “lo correcto y prudente”. Igea, que señaló que dicha decisión “debería haber correspondido al Ministerio de Sanidad” como hicieron otros gobiernos en Alemania, Francia o Finlandia, justificó que, horas más tarde, el Consejo Interterritorial de Salud dio la razón a la Junta al “cambiar las indicaciones” de la vacunación con AstraZeneca y eliminarla para la población menor de 60 años.

“Esto nos va a permitir concentrar la campaña de vacunación en quienes tienen mayor riesgo de padecer complicaciones severas por el coronavirus”, señaló Igea, para quien la Junta mantuvo la “prudencia” necesaria ayer para “no vacunar a miles de personas que se encuentran hoy fuera de indicación” y que, en caso de que se hubiera producido “un evento alto infrecuente pero posible” como un trombo de senos venosos cerebrales, “hubiese sido difícil de explicar a nadie”.

“Toca pedir disculpas pero también explicar el porqué de esta decisión”, continuó señalando Igea en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, donde afirmó que “no tenía sentido mantener una decisión, que podía suponer un riesgo para los ciudadanos, por esperar unas horas” a que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) se pronunciara definitivamente.

Y es que el vicepresidente de la Junta aseguró que no le preocupaba “perder unas horas” de vacunación, sino “haber perdido vidas de manera innecesaria si se hubiera comunicado una reacción adversa grave”. “Todas las decisiones se toman midiendo riesgo y beneficio”, afirmó Igea, para quien “es mejor tomar una decisión impopular y tener críticas de los medios y la oposición, que explicar a algún paciente o familiar algún caso de trombosis severa con riesgo de fallecimiento”.

Plan nacional

También por ello la consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguró no arrepentirse “absolutamente de nada” por la decisión de suspender cautelarmente la vacunación con AstraZeneca, porque en ella pesó “mucho ser médico y el compromiso con el principio de no maleficencia”.

“Si puedo evitar cualquier problema de salud desconocido hasta ese momento por el retraso en unas horas o en un día de la vacunación con esas dosis, que después vamos a recuperar, estaba muy clara en el platillo de la balanza la decisión a tomar”, afirmó Casado, para quien “primó la prudencia” pero que, en todo caso, quiso “agradecer a los ciudadanos” la comprensión con la decisión.

Una decisión para la que Casado consideró necesario explicar el desarrollo de los acontecimientos el miércoles, que comenzó con el conocimiento, en la noche anterior, de unas declaraciones de un miembro del panel de la EMA estableciendo una relación entre la vacuna y los muy pocos casos de trombos de senos venosos cerebrales, de 3,4 por cada millón de vacunados.

Así, la consejera, con el apoyo de la Junta y tras dos conversaciones con la ministra de Sanidad que “dijo que era mi competencia la planificación y organización de la vacunación”, decidió paralizar durante un día la inoculación de dosis con AstraZeneca. 

Casado: “Pondré mi brazo cuando me toque”

La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, expresó ayer su confianza en la vacuna AstraZeneca, cuya administración la corresponde por edad, y lanzó un mensaje de tranquilidad ante las dudas surgidas en la población al manifestar que todas las vacunas son “seguras y eficaces”. “Me fío mucho de AstraZeneca, soy del año 1959, y pondré mi brazo cuando me corresponda”, explicó la Casado, médico de Familia de profesión, después de que el míercoles ordenara para paralizar la vacunación con la firma anglosueca a la espera del informe de la Agencia Europea del Medicamento y de la reunión de los ministros europeos de Sanidad. Casado incidió en que los beneficios de vacunarse son superiores a no hacerlo y recalcó que todas las vacunas autorizadas y que se ponen a la población en las diferentes edades determinadas por los expertos son “seguras y eficaces”. “Es mejor hacerlo que no hacerlo”, anotó la consejera, según una información de Ical.