¿Por qué la suspenden ahora?, ¿es seguro vacunarse si hay tantos cambios de criterio? son algunas de las inquietudes de los llamados ayer a vacunarse con el compuesto de AstraZeneca en Castilla y León, que suspendió su administración este miércoles de forma cautelar, lo que ha generado el enfado de miles de ciudadanos –2.400 solo en Valladolid– que se han visto afectados por esta decisión repentina. Las quintas del 56, 57 y 58, dependiendo de cada provincia, habían comenzando a acudir desde el pasado jueves a los vacunódromos. A todos estos castellanoleoneses de entre 60 y 65 años, siguiendo las nuevas normas aprobadas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, se les comenzó a inocular el compuesto de AstraZeneca, hasta que ayer la Administración autonómica decidió suspenderla de forma cautelar cuando muchos de estos vacunódromos estaban ya listos para comenzar otra jornada de suministración masiva.

Esta confusión ha llegado al extremo de que, en León, como ha reconocido a la Gerencia, han puesto “alguna” de las dosis a primera hora de la mañana, antes de que la Consejería de Sanidad anunciara la suspensión de esta vacunación masiva. En Valladolid, tal y como reconocían los sanitarios a “El País” la vacunación se paraba justo cuando se iba a inyectar AstraZeneca a un ciudadano.

En el caso de la provincia abulense se vivieron momentos de tensión en el Hospital Provincial, donde estaba programada la jornada de vacunación, ya que varios de los convocados se quejaron ante el personal sanitario de la falta de información y del desplazamiento que acababan de realizar, en algunos casos desde localidades situadas decenas de kilómetros de la capital abulense. “¡Estamos hasta las narices!”, ha comentado a los medios una de las mujeres que a primera hora se encontraba a las puertas de la zona de vacunación, tras haber realizado 100 kilómetros desde el Valle del Tiétar, al sur de la provincia de Ávila.

Que venga la consejera a dar la cara”, señaló otro de los afectados.