La España vacía ha vuelto a alzar su voz en Madrid coincidiendo con el primer aniversario de la masiva movilización que el 31 de marzo de 2019 recorrió las calles de la capital, una manifestación en la que miles de personas, procedentes de todos los puntos que se consideran en riesgo de despoblación en España, reivindicaron una mayor atención para esos territorios. “Volvemos porque no vemos avances significativos y sentimos que seguimos en la casilla de salida” expresaron los organizadores.

“Poco o nada se ha hecho realidad desde entonces”, por lo que han decido volver a Madrid, en el segundo aniversario de aquella movilización, para reivindicar un pacto de Estado que atienda las necesidades de la España vaciada, y que los compromisos políticos “se traduzcan en hechos palpables” y dejen de estar “olvidados y desatendidos por las instituciones”. “Rescatar a la España vaciada es una cuestión de Estado, y es urgente” manifestaron.

Un hombre toca dos campanas frente el Congreso. | J. L. - Ical

El acto se desarrolló en la plaza de las Cortes, frente a los famosos leones del Congreso de los Diputados, y comenzó con un toque de bocinas y campanas, y un bombo con el que se quiso emular el “enorme latido” de esa España vaciada unida por un sentimiento, el de la desatención de unos políticos que, según criticaron, “descuidan esa tierra a la que dicen que representan” en la Cámara Baja. “Un latido que busca retumbar en las conciencias de los partidos”. Decenas de personas se concentraron con pancartas y carteles. También representantes de Jóvenes de Castilla y León con carteles en los que se podía leer “Ser menos no quita derechos”, o “Más igualdad entre el campo y la ciudad”.

La iniciativa ha conseguido aglutinar a más de 160 colectivos que representan a miles de personas de todo el territorio nacional, ya que dos terceras partes se consideran estar en esta situación en la que la despoblación es un problema estructural. “Exigimos soluciones a nuestros problemas, que son los del resto de los españoles”. Y es por eso que quisieron dejar claro con este acto, y a pesar de las restricciones de movilidad, que “la revuelta continúa” con este “latido conjunto” que “queremos que se sienta en la sede de la soberanía nacional”.

“Proponemos un reequilibrio social de los territorios” reivindicaron, bajo la fórmula de ese pacto de estado que defienda ese presente y futuro para los territorios. Un futuro “para que no tengamos que ver a nuestros hijos partir en busca de oportunidades”, o “para no tener que seguir viendo cómo cierran escuelas, consultorios, farmacias, negocios,... ¡Pueblos enteros!”.