Las puertas de madera del Perdón de la catedral de Burgos no se cambiarán por otras de bronce, realizadas por el artista Antonio López, antes de la celebración del centenario de la colocación de la primera piedra del templo, el próximo 20 de julio, como había previsto el Cabildo Metropolitano. El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha asegurado este viernes, tras la firma de un convenio de colaboración de la Junta de Castilla y León con la Fundación para el Centenario de la catedral, que no tiene prisa para cambiar las puertas porque “la creación no se puede hacer a destajo, a fecha cerrada” y porque su deseo es que el cambio de puertas sea “un gozo, no un motivo de desencuentro”. “La catedral lleva 800 años en pie y no tenemos prisa porque lo que buscaremos es una postura común”, ha afirmado monseñor.

Iceta ha asegurado que ya ha dirigido escritos al embajador de Unesco y a responsables de Icomos, organismo consultor de Unesco en materia de patrimonio, para abrir un diálogo sobre las puertas e invitar a responsables de ambos organismos a visitar la catedral de Burgos y el Taller de Antonio López.

Mario Iceta ha llamado la atención sobre el hecho de que “se está juzgando un proyecto cuando la puerta del centro ni siquiera está hecha y es solo un boceto”. Además, ha asegurado que, aunque su deseo es cambiar las puertas actuales por las de bronce, si finalmente no es posible buscarán otro lugar para las puertas, porque “no podemos permitirnos el lujo de perder esta obra”, que recuerda que han pagado varios empresarios con sus donativos.

El consejero de Cultura, Javier Ortega, ha insistido en la necesidad de aunar “prudencia e inteligencia” en este asunto y ha ofrecido el asesoramiento de la Junta de Castilla y León para obtener el respaldo de Icomos y Unesco al proyecto, incluso si hace falta “reorientar el proyecto”.