El Sindicato de Enfermería (Satse) ha convocado huelga entre el 22 y 25 de marzo en Castilla y León para exigir la negociación de la mejora de sus retribuciones, las más bajas de España en ese colectivo, y que al menos se igualen a la media nacional, lo que supondría unos 5.000 euros más al año.

Así lo ha explicado la presidenta del sindicato en la comunidad, Mercedes Gago, poco antes de la concentración prevista este mediodía ante la Consejería de Presidencia de la Junta para revindicar la mejora de esas condiciones laborales y retributivas en las más de 9.000 profesionales de la sanidad regional.

Son las enfermeras que menos cobran del conjunto autonómico, con diferencias de hasta 600 euros de media respecto a País Vasco, Murcia o Navarra, lo que está acentuando la marcha de estas profesionales a otras comunidades, ha detallado Gago.

La presidenta regional de SATSE ha recalcado que tras los recortes del sueldo de un 8 por ciento en el 2010 no han recuperado lo perdido, con una paga extra que es 30 por ciento que la que percibían antes, y los complementos específicos más bajos en el caso de las enfermeras de Atención Primaria y Emergencias, por debajo de los que perciben un celador o un telefonista.

Ha incidido Gago en que son profesionales con una alta cualificación, ya que requieren cuatro años de carrera, con retribuciones que no se ajustan a esa cualificación.

Gago ha explicado que la Junta ya se ha reunido una primera vez con el Comité de Huelga, y tras plantear esas mejoras, no han tenido ninguna otra respuesta, por lo que a su juicio la huelga parece inevitable.

"La situación es insoportable", agravada por los largos turnos y "penosidad" de las jornadas laborales por la pandemia, con nulo reconocimiento por ese esfuerzo.