El grupo Renault cerró el año 2020 con unas pérdidas de 8.008 millones de euros mientras que su cifra de negocio cayó un 21,7 por ciento, hasta los 43.374 millones de euros. Pese a ello, el director general del Grupo Renault, Luca de Meo, destacó hoy los buenos resultados logrados en el segundo semestre de 2020 gracias al plan estratégico puesto en marcha por la marca de rombo, a la vez que advirtió las dificultades que se tendrán que superar este año como consecuencia de las incertidumbres que rodean a la crisis sanitaria y al suministro de componentes electrónicos.

En un comunicado de Renault, De Meo aseguró que “después de un primer semestre impactado por el COVID-19, el Grupo ha mejorado significativamente su productividad en el segundo semestre. Este resultado es fruto del esfuerzo de todos, de la acertada aceleración del plan de reducción de costes fijos y de una mejora en nuestra política de precios. Se da prioridad a la rentabilidad y a la generación de "cash", como se anunció en nuestro plan estratégico Renaulution. El año 2021 será difícil, con incertidumbres relacionadas con las crisis sanitarias y el suministro de componentes electrónicos. Afrontaremos estos retos de forma colectiva, en la dinámica de recuperación emprendida desde el pasado verano”.

Según la compañía, la cifra de negocio del Grupo bajó un 21,7 por ciento, aunque si se excluye el impacto de las divisas, las ventas habrían bajado un 18,2 por ciento.

La cifra de negocio del Automóvil, excluyendo Avtovaz, se situó en 37.736 millones de euros, un 23 por ciento inferior. El efecto de volumen fue de 19,2 puntos negativos. Se explica principalmente por la crisis sanitaria y, en menor medida, por el cambio de política comercial que ahora privilegia la rentabilidad sobre los volúmenes.

Las ventas a socios bajaron en 5,1 puntos, también impactadas por la crisis sanitaria y por el cese de producción de Rogue por parte de Nissan. El efecto de las divisas, 2,8 puntos negativos, está vinculado a la fuerte devaluación del peso argentino, del real brasileño y la libra turca, y en menor medida del rublo ruso.