El I Plan de Igualdad en la Administración de Castilla y León aboga por implantar una “cultura de equilibrio” entre hombres y mujeres tanto en el ámbito de la conciliación, cuando ahora nueve de cada diez permisos solicitados para excedencia o reducción de jornada corresponden a mujeres, como en el acceso a los puestos de trabajo, con un desequilibrio en las jefaturas a favor de los hombres. Entre los objetivos a corto plazo, compromete una auditoria retributiva en seis meses, realizar todas las adaptaciones para que ninguna mujer se quede excluida de un proceso selectivo por razones de gestación o parto y analizar las causas que motivan la diferencia en las solicitudes de los permisos de excedencia por cuidado de hijos o familiares y de reducción de jornada.

El consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, destacó en su presentación, en rueda de prensa telemática junto a la directora general de Función Pública, Paloma Rivero, que se trata de un plan “pionero” en el conjunto de España, que nace del “consenso y el diálogo” con las organizaciones sindicales en 2015 .

Así, el plan se enmarca en los pilares económico, personal y social, que se despliegan en ocho ejes, 21 objetivos específicos y 94 medidas, con responsables de ejecución e indicadores para evaluar sus niveles de cumplimiento.