La consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguró hoy que le parece "extraordinariamente arriesgado" estar hablando de la Semana Santa en medio de una situación "muy grave".

En su comparecencia telemática, la titular de Sanidad indicó que no se puede abordar la desescalada, cuando no se ha terminado de establecer medidas restrictivas. Consideró que se debe esperar a poder dominar la tercera ola, puesto que ahora se pide un confinamiento voluntario.

"Ojalá las cosas vayan tan bien, ojalá desaparezca de nuestras vidas", dijo sobre el impacto del COVID-19. La consejera afirmó que la situación es "muy grave" y añadió que no se puede banalizar y lanzar expectativas que no se puede tener de ninguna garantía de poder cumplirlas.

"A lo mejor se dan, pero el momento es otro", afirmó sobras las palabras de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en relación a que si se daban las condiciones de seguridad, la Semana Santa podría ser el momento de retomar los viajes nacionales. Ella, indicó, que trabajarían para ello, aunque estaba pendiente de la evolución del coronavirus.