El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, califica de “bochornosa” la estrategia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez de traer “regalos y discursos de Churchill de Carrefour". No en vano, asegura que “uno” -en referencia al Ejecutivo nacional- trae siempre los “regalos” como la vacuna y los “demás” -las comunidades autónomas-, el “carbón como el anuncio de las restricciones". “Hemos escuchado unos discursos de Churchill de Carrefour... Es que no hay nivel. Para todo hay que saber, hasta para eludir responsabilidades, y en este caso es ofensivo para la inteligencia, pero sobre todo es una representación de cómo ha evolucionado la política en nuestro país en estos últimos años”, sentencia. 

En una entrevista publicada hoy en El Mundo y recogida por la Agencia Ical, Igea reitera el mensaje de que la Junta ha apostado por pedir a los ciudadanos de la Comunidad que se rebelen ante la “lentitud” y la “ineficacia” del Gobierno. En concreto, vuelve a utilizar el término “rebelión cívica” para quedarse en casa voluntariamente, ante la negativa del Gobierno a aplicar medidas más drásticas contra la pandemia como los confinamientos o el adelanto del toque de queda.

En este sentido, el vicepresidente de la Junta descarta un confinamiento domiciliario como el de marzo pero defiende la posibilidad de restringir la movilidad en sitios de altísima transmisión, como se hace en otros países europeos. También, hace referencia a la necesidad de reducir al máximo al contacto social, algo que, a su juicio, solo se puede hacer con un toque de queda. 

Francisco Igea asegura que la gestión de la pandemia en España no responde a la cogobernanza “ni se le parece”. “En Europa no se plantea este problema y aquí es por la pereza del legislador. Es incomprensible e irresponsable”, asevera. Pone el ejemplo de que el país se enfrenta a un incendio de grandes dimensiones, con el que se puede hacer frente con tres autobombas, pero piden que solo se utilicen dos. “Nuestro sistema sanitario está saturado y a este ritmo no va a aguantar. ¿A qué vamos a esperar?”, se pregunta.

En cuanto a la vacunación de algunos dirigentes políticos, el portavoz de la Junta considera que eso es corrupción. “La política no debe ser un privilegio para que te traten con preferencia o te hagan regalos. Lo nuestro es un trabajo de servicio. Es que esto no se le pasa a nadie por la cabeza. Nosotros tenemos que ser los últimos en vacunarnos”, sentencia.