El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, negó que el Gobierno de Castilla y León esté “en rebeldía” por la decisión unilateral de ampliar el toque de queda desde las 20 horas y apeló a la vía “política” y de diálogo con el Gobierno central en lugar de la jurídica para alcanzar una decisión consensuada al respecto, una vez que el Ejecutivo central anunciara este domingo que recurrirá ante el Tribunal Supremo la medida puesta en marcha en la Comunidad.

En estos momentos estamos en una situación excepcional, como dice el estado de alarma, con una situación inédita. Y requiere de medidas ya no ordinarias ni extraordinarias, sino excepcionales. Lo que necesitamos teniendo en cuenta la incidencia y evolución tan elevada del COVID-19 son medidas que protejan la vida y la salud de los castellanos y leoneses y hagan el menor daño a la economía”, sentenció Mañueco en una entrevista concedida al programa 'Más de uno', de Onda Cero.

A su juicio, la Junta ha seguido la “recomendación” del Gobierno “de agotar todas las decisiones jurídicas”. En este sentido, insistió en que el derecho y el decreto de alarma “en sí mismo” son “opinables” e “interpretables”. “Opinamos que el horario nocturno se puede ampliar y tomo la decisión como autoridad delegada del Gobierno de España”, argumentó el jefe del Ejecutivo, quien deseó que el el Ejecutivo central “diera un paso al frente, ya antes, pero ahora bienvenido sea, y que entre todos estemos en esa vanguardia de la defensa de la vida y la salud, protección del empleo y economía”.

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Mañueco recordó que las medidas restrictivas a la hostelería, centros deportivos y grandes superficies comerciales “fueron eficaces en noviembre”, pero la tercera ola, continuó, “necesita algo más por el ascenso vertiginoso de contagios e incidencia”. También reconoció que cuando comunicó la decisión al ministro de Sanidad, Salvador Illa, éste le esgrimió su punto de vista y le pidió “esperar”. “Pero el estado de alarma solo expresa la comunicación al Gobierno de España de alguna de estas medidas, no que lo tengan que aprobar ellos. Han querido trasladar toda la responsabilidad a las comunidades. Pero necesitamos ir ágilmente y con rapidez para tomar decisiones”, expuso, pues la incidencia “se ha multiplica por cinco en la Comunidad en solo 18 días”. “No sé si es la cepa británica u otra, pero el ascenso es vertiginoso y hay que tomar medidas complementarias”, prosiguió.

El Tribunal Supremo será el que ahora decida “lo que hay que hacer”, dado que el propio ministro “se avenía a la posibilidad de negociar una decisión de estas características”. Mañueco recordó que son varias las comunidades que le han traslado al Gobierno la intención de adelantar el toque de queda en el Consejo Interterritorial. “Es el camino por el que tiene que ir el Gobierno”, concluyó.