Las bodegas de Castilla y León que trabajan en la elaboración de espumosos y cavas están inmersas de lleno en la campaña navideña, el momento más fuerte para este tipo de caldos. Tras un año muy complicado en el que el cierre del canal Horeca por la incidencia de la pandemia ha mermado notablemente las ventas del sector, las bodegas auguran en general una buena campaña, aunque por debajo de la de otros años y lejos de compensar las pérdidas acumuladas a lo largo de todo el ejercicio.

La Denominación de Origen Rueda es la que aglutina la mayor parte de la producción de espumosos de la Comunidad autónoma. Este año son cinco las bodegas que apuestan por esta variedad, siete lo hacían el año pasado. Hasta el momento se han retirado un total de 104.724 botellas mientras que en 2019 se alcanzaron las 166.136. Sin embargo se trata de un volumen muy pequeño respecto al total de la producción de la Denominación de Origen, lo que hace difícil recuperar la caída en ventas que se acumula este año.

“El año pasado hicimos 200.000 botellas de espumoso frente a 92 millones” con lo que son datos “no significativos”, explica a Ical el director general de la DO Rueda, Santiago Mora, quien reconoce que son cifras con las que “es difícil” compensar una caída que a 30 de noviembre era de alrededor de un nueve por ciento respecto al año anterior. Aunque es una de las denominaciones que, posiblemente, ha experimentado un menor descenso, Mora reconoce que “no es un dato para estar contentos” porque “son muchas las bodegas que están viéndose muy afectadas por la crisis del COVID, en especial aquellas que tienen más relación con el canal Horeca.

Sin embargo, los integrantes de la Denominación de Origen están “preparados” para afrontar estas fechas en las que la gente “sigue consumiendo y apostando por Rueda y quiere tenerlo en sus celebraciones”. En muchas casas estas navidades las familias no podrán juntarse, pero no por ello tienen que dejar de brindar y celebrar “y qué mejor que hacerlo con un vino de Rueda”, apela Mora. 

El año pasado se produjo un cambio de normativa en Rueda que permite la elaboración de espumosos “por más métodos” lo que pone sobre la mesa “más oportunidades” en un mercado que “sigue creciendo” y que tiene como resultado un producto “cada vez más competitivo y de calidad”, aunque este cambio aun no es apreciable este año y se prevé que se produzca “a medio plazo”, añade. Por ello, las producciones se mantendrán este año “alrededor de las de los últimos años” pero las posibilidades son “buenas a la hora de generar un producto con la versatilidad de la uva verdejo”. 

La difícil situación que vive el sector hostelero ha hecho aflorar también una mayor identificación con los productos de cercanía, aunque Mora defiende que al final lo que prima por encima de todo es la calidad. “La clave es la calidad, que es lo que quiere el consumidor” ya que, cuando acierta con un producto “está encantado de bebérselo y tiene que seguir así, con lo que tenemos que seguir apostando para que los viticultores y bodegas sigan trabajando por y para la calidad” porque Rueda dispone de un producto “competitivo a todos los niveles”. 

Grandes superficies y comercio ‘online’

Palacio de Bornos es una las principales referencias de Castilla y León a la hora de hablar de vinos espumosos. También en este caso se prevé una campaña “complicada” en ventas dado los cierres parciales o totales, en función de las zonas, que se mantienen en el sector hostelero. Por el contrario, la campaña se presenta “muy positiva” tanto en las grandes superficies como en la venta ‘online’, si bien el peso que tiene la hostelería dentro del mundo del vino es “muy alto” lo que ha hecho inevitable el lastre de las ventas. 

Con este escenario, las previsiones de ventas para este año en Palacio de Bornos pasan por un “ligero descenso” en las ventas de espumoso ya que el “acusado” descenso por el cierre de la hostelería se verá compensado con la “buena evolución” del consumo en grandes superficies y el canal ‘online’. 

Esta gama de vinos tiene una gran importancia para Palacio de Bornos que fue “la primera bodega en elaborar espumosos en la DO Rueda”, y no solo por el volumen de producción sino también por la asociación que, con el tiempo, se ha conseguido de la marca con “ese momento de disfrute y celebración que siempre supone una copa de espumoso”, se felicitan desde Palacio de Bornos. 

Salida en las exportaciones

Entre las peculiaridades que se pueden encontrar en Castilla y León está el caso de Peñalba López-Finca Torremilanos, bodega perteneciente a la Denominación de Origen Ribera de Duero y que, con uvas de la Comunidad elabora cavas pertenecientes a la DO Cava que exporta por todo el mundo. “Antes de que existiera la DO Ribera ya estábamos en el cava” lo que ha permitido seguir en la marca de garantía catalana. “Empezamos a hacer cava y para hacerlo legalmente nos inscribimos en la DO Cava” ya que inicialmente tan solo se tenía en cuenta el método de elaboración y la uva, pero no la zona geográfica, y más tarde “no nos pudieron cerrar las fronteras”, relata a Ical Pilar Pérez de Albéniz.

La principal salida de su producción está en el mercado extranjero y también este año las exportaciones van a ser la tabla de salvación. “Nos estamos manteniendo gracias a ello” porque este año está resultando “una ruina” pero la venta de las 100.000 botellas que se producen de cava en países como Estados Unidos, Ecuador, México o en países de Europa permiten cierto alivio, al menos anímicamente porque “100.000 botellas no te salvan nada”, lamenta Pérez de Albéniz. 

Pese a este mal año, el optimismo reina entre los bodegueros que confían en que este haya sido “un año de tránsito para todos” y si en algo coinciden es en la necesidad de seguir apostando por la calidad. “No te compran en Estados Unidos por ser o no de una zona, sino porque les gusta y si el producto tiene unos toques diferentes”, algo que en el caso de Finca Torremilanos se consigue también como producto ecológico y biodinámico.