El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León abordará mañana jueves la posibilidad de restringir más las medidas diseñadas para prevenir contagios de COVID durante la Navidad, después de que el Ministerio de Sanidad haya permitido que cada autonomía adapte las acordadas hace dos semanas a la realidad de cada territorio, han informado fuentes de la Consejería de Sanidad.

De este modo, la restricción a 10 comensales de un máximo de dos grupos familiares puede verse modificada en Castilla y León si el Gobierno autonómico decide finalmente volver a su propuesta inicial de 6 comensales, que amplió a la decena en aras de unificar la medida en todas las comunidades autónomas.

Con la decisión tomada sobre el cierre perimetral de la comunidad hasta el próximo 10 de enero, aunque sin efecto para "familiares y allegados" en tres periodos: del 23 al 26 de diciembre, del 30 de diciembre al 2 de enero y del 5 al 6 de enero, Castilla y León afronta estos días un ligero repunte en la incidencia acumulada en los últimos 7 días y también entrará en juego el análisis del levantamiento de algunas medidas restrictivas sobre la hostelería, el comercio y los establecimientos deportivos bajo techo.

Castilla y León ha defendido durante las últimas semanas la necesidad de establecer un marco común de medidas contra el COVID para Navidad, aunque la directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco, reconoció en la rueda de prensa del pasado 30 de noviembre que había solicitado al Ministerio un margen para poder ser "más restrictiva" respecto a las medidas que se pacten en el Consejo Interterritorial de Salud para afrontar la Navidad.

En ese momento, Pacheco reconoció que la situación epidemiológica era "diferente" entre unas autonomías y otras, por lo que Castilla y León pidió que las que tienen "peor" dato de incidencia puedan ser más restrictivas que el acuerdo general alcanzado entre el Gobierno central y los autonómicos.

Sobre el debate abierto sobre si deben o no contar los niños para establecer el límite de comensales, la directora general explicó que la Junta prefiere que cuenten como uno más porque "no dejan de ser personas", aunque excepcionó a los bebés que aún se desplazan "en cochecitos".

La Junta de Castilla y León propuso en la última reunión del Consejo Interterritorial de Salud que sean seis las personas que puedan participar en estas reuniones familiares navideñas, aunque introdujo un matiz sobre la situación especial que se vivía en Burgos capital y en ese caso habló de 3 personas.