La cita previa como forma normal de acceso a las consultas, circuitos diferenciados, un plan integral para el paciente COVID, un almacén con una reserva para al menos tres meses de equipos de protección o dedicar el 3% del gasto sanitario a salud pública son algunas de las 122 medidas planteadas por los expertos de los grupos parlamentarios para los retos de la sanidad regional.

El grupo de expertos para desarrollar el ámbito sanitario del Pacto para la recuperación económica, el empleo y la cohesión social, firmado el pasado 17 de junio por PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos y Por Ávila, ha planteado un documento final de trabajo con esas 122 propuestas para “tomar medidas de calado que fortalezcan el sistema regional de salud ante futuros retos” que deje el COVID y subsanar deficiencias estructurales y organizativas anteriores.

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se reunió ayer con ese grupo de expertos, a quien agradeció el trabajo y su esfuerzo de diálogo y consenso para mejorar la sanidad, algo que debe ser un objetivo de todos, ha explicado la Junta en un comunicado.

Los expertos han sostenido que aunque la sanidad regional era buena “no estaba diseñada” para una pandemia como la que se ha producido, como ha sucedido en España y otros países, de forma que los retos que tenía con anterioridad la sanidad de Castilla y León ahora “se aceleran”. Entre ellos, contar con más financiación y más profesionales o “reorganizar un sistema cuyos cimientos datan de hace casi treinta años”.

Mañueco ha recordado que las cuentas del 2021 dedicarán el 7,5% del PIB a la Sanidad, el 21,6% más que en 2018, los últimos presupuestos aprobados por las Cortes, y ha defendido que la comunidad tiene uno de los cinco mejores sistemas de salud autonómico aunque “debe aspirar a mejorarlo”.

Atención Primaria

Otras 35 medidas afectan a la Atención Primaria y la Continuada, que parten del análisis de la actual distribución de zonas básicas de salud para identificar aquellas que puedan necesitar una posible modificación, elaborar un plan de recursos humanos en Atención Primaria y diseñar un cronograma de medidas que permitan la sostenibilidad de la plantilla adecuando el flujo de entradas y salidas, y elaborando propuestas de modificación de los cupos para conseguir tamaños óptimos. Se propone también disminuir progresivamente la figura del profesional de área, reconvirtiendo esas plazas en otras de equipo o atención continuada de forma voluntaria y potenciar la incorporación de profesionales a los puestos de difícil cobertura del medio rural mediante incentivos.