Las denuncias por violencia machista durante la primera ola de la pandemia del COVID han disminuido en Castilla y León, según los datos que manejan UGT y CC OO, aunque han podido incrementar los casos de mujeres que se han visto obligadas a convivir con sus maltratadores y no han podido denunciar debido a la confinamiento y la falta de movilidad.

Según los datos ofrecidos este lunes por UGT y CC OO en el primer semestre de 2020 en Castilla y León se han registrado 2.192 denuncias por violencia machista, 377 menos que las registradas en el mismo periodo de 2019.

Y también se han emitido en este primer semestre 664 ordenes de protección solicitadas, que son 45 menos que en el mismo periodo del algo anterior.

Estos datos han sido ofrecidos por la secretaria de Mujer y Políticas de Igualdad de CC OO de Castilla y León, Yolanda Martín, quien, sin embargo, ha relacionado esta disminución con el confinamiento y la falta de movilidad durante la primera ola de la pandemia.

A pesar de ello, las dos secretarias han valorado el plan de contingencia puesto en marcha por el Gobierno para tratar de apoyar a las mujeres víctimas de la violencia machista durante la pandemia del COVID aunque lo han considerado insuficiente.

Además, ha expresado su temor a que algunas mujeres se hayan visto obligadas a convivir con sus maltratadores y no hayan tenido la posibilidad de denunciarlo en su momento.

Las secretarias de Igualdad de UGT y CC OO de Castilla y León han presentado el manifiesto con motivo del Día internacional por la eliminación de la violencia contra la mujer, que se celebra el próximo miércoles, y para el que han pedido el apoyo de los trabajadores.

Como no se pueden celebrar concentraciones ni manifestaciones masivas, los dos sindicatos han demandado de los trabajadores que secunden el minuto de silencio convocado para el mediodía del próximo día 25 en las puertas de la empresas y demás centros de trabajo.

En Castilla y León, según ha explicado la secretaria autonómica de Igualdad de UGT, preocupa especialmente la violencia contra la mujer en el medio rural que ha considerado un "problema grave".

A su juicio, la protección que se ofrece a las víctimas de la violencia machista en las zonas rurales es menor que la que se da en las ciudades, lo que considerado que en esta materia hay "ciudadanas de primera y de segunda".