La Junta de Castilla y León anunció ayer que prorroga el cierre perimetral de la comunidad hasta el 3 de diciembre, periodo en el que además seguirá cerrada la hostelería y los centros comerciales y seguirán vigentes las restricciones para la práctica del deporte en espacios cerrados y en reuniones, lo que aprobó hace quince días para frenar el covid.

Lo anunció en la rueda de prensa el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo, Francisco Igea, acompañado de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, junto a quien se reunirá la próxima semana con representantes de los sectores de la hostelería, el comercio y el deporte para analizar “cómo relajar” las restricciones vigentes, que se mantendrán hasta que baje la incidencia de la covid junto a otras complementarias como el toque de queda y las especiales para la ciudad de Burgos.

Igea ha reconocido que dado el nivel máximo de alerta en el que se encuentran Castilla y León y el resto de autonomías, parece “un poco difícil que esto mejore” de cara al próximo puente de diciembre –del 5 al 8 de diciembre–, justo después del plazo dado por la Junta para mantener estas restricciones, pero se ha remitido al acuerdo alcanzado el miércoles en el Consejo Interterritorial de Salud para tomar medidas consensuadas respecto a ese periodo y la Navidad. “Intentaremos una postura común”, ha resumido.

“El objetivo no son las Navidades”

“El puente no es el objetivo, ni las Navidades, el objetivo es el control de la pandemia”, ha insistido el vicepresidente al ser preguntado por el hecho de que las limitaciones prorrogadas lleguen precisamente a los días previos al puente, ya que la Junta no tiene “en la cabeza” llegar con buen dato a una fecha concreta “y luego tener otra ola dos meses después”.