La Junta de Castilla y León aprobará cuanto antes mayores restricciones de aforos en la capital burgalesa, con reuniones limitadas a tres personas y rastreos masivos, aunque si se tuviera la herramienta para confinar en los domicilios se hubiera aplicado durante catorce días. Así lo reconoció en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien “no ha dudado” de que si tuviera esa herramienta jurídica para confinar en los hogares, con los ciudadanos alimentados y cobrando su sueldo, la medida se habría adoptado en Burgos capital.

Ayer por la tarde, la comunidad se reunió con la Secretaría de Estado de Sanidad, con la asistencia también del alcalde de Burgos, para intentar “exprimir al máximo” las posibilidades que da el decreto de alarma y pedir de nuevo esa herramienta jurídica que permita a las autonomías recurrir al confinamiento domiciliario programado cuando haga falta, como es el caso actual de la capital burgalesa.

Lo que si está encima de la mesa como posible opción es confinar perimetralmente esa capital, aunque “está el problema del alfoz”, ha explicado el vicepresidente y portavoz de la Junta. Igea ha sostenido en el caso de Burgos se ha ido al “límite de las capacidades de lo que permite el actual estado de alarma” y ahora se trata de ver si hay otras posibilidades.

Además de las reuniones limitadas a tres personas no convivientes en todos los ámbitos, ante el aumento “muy preocupante” de casos, con una incidencia superior a los 900 casos por 100.000 habitantes a siete días que en catorce pueden convertirse en más de 1.800, se reducen los aforos en las celebraciones religiosas y civiles a no más de quince personas.

También se hará un seguimiento en 215 puntos de análisis de aguas fecales de la capital burgalesa para ver si hay zonas con mayor incidencia que otras, pero “en todas está muy alta y es la única capital de la comunidad en la que la incidencia sigue creciendo y no ha bajado”, ha añadido la consejera de Sanidad, Verónica Casado.

EL NúMERO DE CONTAGIOS VUELVE A SUPERAR LA BARRERA DE LOS 2.000 CON 39 FALLECIDOS MáS

Castilla y León registró en las últimas horas 39 nuevos fallecimientos, uno más que el miércoles, de los cuales 32 corresponden a los hospitales y siete a las residencias de personas mayores y con discapacidad. Además, nueve de las 32 víctimas en los centros hospitalarios procedían de algún centro residencial de la comunidad. Con estos datos, el número de fallecidos en los hospitales se eleva hasta los 3.210 (de los cuales 1.155 procedían de residencias con el COVID confirmado), mientras que en las instalaciones de las residencias perdieron la vida 865 personas.

La evolución de los contagios dista además se frenarse, y tras el leve descenso registrado el día anterior, cuando se pasó de 1.745 a 1.656, en las últimos horas se registraron 2.074 nuevos positivos, un 82% más de los 1.138 contabilizados el lunes. Valladolid fue una vez más la provincia con mayor incidencia, al acumular 590 de ellos, seguida por los 535 registrados en Burgos. Ambas provincias acaparan así el 54,2% de todos los nuevos contagios de la comunidad. En el caso de Burgos, la cifra ascendió en 398 casos, seguida por los 152 de Zamora, 136 de Salamanca, 82 de Segovia, 63 de Ávila y 53 de Soria. En cuanto a los brotes detectados, se contabilizaron 3 más que el miércoles, hasta los 806, con 7.095 contagios vinculados a ellos, es decir, 216 más.