UPA reclama a las administraciones que la caza sea declarada actividad esencial ante las limitaciones de movilidad que se van a imponer esta misma semana por la crisis sanitaria ocasionada por el COVID, ya que considera que reducir la presión cinegética sobre la fauna salvaje provocaría "una situación extrema" con un incremento de la población animal.

Según un comunicado, "todo lo que no sea actuar en este sentido, y por lo tanto reducir la presión cinegética sobre la fauna salvaje, provocaría una situación muy peligrosa a nivel social".

El incremento de la población animal tendría "repercusiones" para el conjunto de la sociedad derivada de un mayor peligro para la circulación de los vehículos por la posible invasión de más animales en las carreteras, para la propia salud del ganado, y también para la actividad agrícola.

En este sentido, UPA Castilla y León considera que debe evitarse cualquier vacío legal que lleve a los cazadores a abandonar los montes, dejando así que las poblaciones de la distinta fauna salvaje crezca sin control y causen daños en las explotaciones agroganaderas y genere peligros muy serios a la propia circulación de vehículos.