Pequeños call center o centros o salas de llamadas con personal administrativo propio. Esta es la fórmula por la que se ha decantado Sacyl para desahogar a los centros de salud del torrente de llamadas no sólo por COVID-19, sino también por otras patologías y demandas de los ciudadanos, entre ellas estos meses la petición de cita para vacunarse frente al virus de la gripe. No en vano, en los primeros días del inicio de la campaña, a mediados de octubre, hubo un momento en el que sólo en cinco horas los centros recibieron una avalancha de 164.225 llamadas.